BUENOS AIRES (AP) — Para muchas culturas ancestrales y la mercadotécnica el color amarillo comunica energía, claridad y optimismo.
No está claro si por razones esotéricas o comerciales, Boca Juniors lucirá una casaca de ese único color ante su clásico rival River Plate el domingo en el estadio Monumental por la Copa de la Liga.
Pero abandonar la tradicional casaca azul y amarilla en un superclásico oficial habla más de las urgencias de Boca por terminar una era con más sinsabores que alegrías ante su eterno rival.
La última vez que los boquenses triunfaron en reducto millonario fue en 2017. Lo que siguió fueron derrotas dolorosas, como la final de la Copa Libertadores 2018. Si bien en el último tiempo Boca se anotó a favor dos eliminaciones en torneos locales, se debe todavía un triunfo resonante.
“Me encanta la amarilla, es muy linda”, expresó el entrenador Sebastián Battaglia, quien si no fuera por el triunfo ante Estudiantes el pasado domingo probablemente se jugaría la continuidad en el Monumental. El estratega eludió responder sobre las razones del cambio de casaca y sostuvo que “estamos a la par de River, Boca tiene que salir a buscar, hacer el mejor partido, hacer lo que hacemos siempre, no tenemos por qué cambiar”.
En River, el último campeón de Argentina, su multicampeón técnico Marcelo Gallardo espera que este partido complete la puesta a punto del equipo de cara al principal objetivo de la temporada: la Copa Libertadores que iniciará en abril la fase de grupos.
“Las sensaciones son siempre hermosas. Lo manejamos como siempre, no tengo motivos para hacer alguna mención en especial, ni más ni menos que eso. No hay que cambiar absolutamente nada. Lo que hablen afuera (los periodistas) es un problema de ustedes, no nuestro”, declaró un relajado Gallardo días atrás.
En Boca será baja el capitán y defensor Carlos Izquierdoz por una fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo. Sería reemplazado por el peruano Carlos Zambrano. Y está en duda el artillero Darío Benedetto por una molestia muscular. La opción es el juvenil Luis Vázquez.
En la vereda opuesta, Gallardo está acostumbrado a dar la sorpresa tanto en la formación como en el parado táctico de su equipo en esta clase de partidos. No obstante, es segura la presencia de su figura Julián Álvarez, el joven goleador que a mitad de año continuará su carrera en el Manchester City de la Liga Premier.
River-Boca no es el único clásico que se jugará en la séptima fecha de la Copa de la Liga, que se disputa con un formato de dos zonas de 14 equipos que se cruzarán por única vez en la fase regular este fin de semana para enfrentar a sus rivales históricos.
El segundo en importancia es el que jugarán el sábado Independiente ante Racing Club, el único equipo que sigue invicto en el certamen.
Si bien todavía resta jugarse la mitad del torneo, los ganadores quedarán mejor perfilados para la recta final en la que se definirán los cuatro clasificados por cada zona a los cuartos de final.
Los otros clásicos que se jugarán son: Aldosivi-Patronato, Tigre- Platense, Barracas-Sarmiento (viernes); Lanús-Banfield, San Lorenzo-Huracán, Colón-Unión (sábado); Central-Newell’s, Gimnasia-Estudiantes (domingo); Defensa-Arsenal, Argentinos-Vélez (lunes); Atlético Tucumán-Central Córdoba y Talleres-Godoy Cruz (martes).