El capitán, la plantilla y el técnico defienden el hambre competitivo del Barcelona, acusado tras la ida de menospreciar la Copa para centrarse en LaLiga y Europa.
Apenas se le escuchó porque se sugería que ya no le interesaba una competición “menor” y porque se presuponía que el Barça había tirado la Copa en el partido de la ida de los cuartos, cuando el equipo cayó por 2-0 en el Sánchez Pizjuán con una alineación de lo más estrambótica. Pero Valverde fue diáfano. “Este partido es un reto para nosotros”, se arrancó en la previa del partido de vuelta; “y sabemos que cuando el encuentro lo requiere, el equipo siempre da un paso adelante”. Dicho y hecho porque el Barça fue un ciclón, fútbol al abordaje que sometió al rival hasta arrodillarlo con un set incontestable.
“Después de la ida, igual alguien pensaba que no era importante para nosotros, pero ya dije que intentaríamos remontar y así ha sido”, defendió Sergi Roberto, en una puya que evidencia que el equipo se sintió dolido por la acusación masificada de desidia ante una competición que han conquistado en los últimos cuatro años. “Es un equipo de ganadores. Estamos acostumbrados a estos partidos y muy contentos por cómo ha ido el partido”, replicó Alba sin querer entrar al trapo. Pero Messi sí fue claro. “Quizá se interpretó mal mi mensaje de principio de temporada —“este año vamos a por la Champions, esa copa tan linda”, expresó como si fuera la prioridad— y por ahí se decía que tirábamos la Copa, que no la queríamos…”, comenzó, con una sonrisilla velada; “queremos todo y lo vamos a intentar. Somos el Barça. No tiramos nada”. Así lo aclararon en el césped.
Empezó bien la noche para el Barcelona, después de que Promes le diera una puntada a Messi dentro del área. Para sorpresa de todos, sin embargo, no fue La Pulga el que ejecutó la pena máxima, toda vez que Coutinho se le acercó para pedirle turno. Aceptó el 10 como ya hiciera con otros compañeros antes, sobre todo cuando atravesaban malos momentos, caso de Ibrahimovic, Neymar, Luis Suárez y ahora Coutinho.
“Un gran gesto”
“Venía de patear contra el Levante en la ida y arreglamos que tenía ganas. Lo pateó, lo hizo y estoy contento porque ahí empezó todo”, resolvió Messi. “Salió de forma natural”, se sumó el brasileño, que no erró el lanzamiento desde los 11 metros; “Con ese gesto, Leo demuestra lo grande que es”. Así lo entendió también Valverde: “Es un gran gesto porque Philippe necesitaba esa responsabilidad y luego la alegría por el tanto”. Y, feliz por recuperar a otro futbolista para la causa, el técnico agregó: “Coutinho ha asumido la responsabilidad y ha dado un pase adelante”. Entre otras cosas porque luego marcó otro tanto de cabeza, en un remate en plancha bien plástico tras un centro lateral de Luis Suárez. “Lo intentaba y no me salían bien las cosas. Pero nunca dejo de trabajar duro. Estoy contento por marcar y ayudar”, convino el propio Coutinho. “Lo que queremos es que esté contento porque es un jugador muy importante para nosotros”, remató Sergi Roberto.
Cillessen también salió del tapete con una sonrisa de oreja a oreja, héroe al parar su primer penalti oficial fuera de las tandas de penaltis. “Ha sido la clave del partido”, señaló Valverde. “Cillessen es muy importante y muy querido por el vestuario. Se tiene que quedar porque es un grandísimo portero. Ha cambiado el partido”, le reconoció Alba. “Si Jasper no hubiera parado el penalti y ese remate anterior de André Silva, el partido hubiera sido distinto”, agregó Sergi Roberto.
Fue una noche redonda, también desde la grada. “Pareció un partido de Champions por las ganas de la gente”, expuso Messi. “Ha habido un ambientazo de principio a fin. Siempre decimos que somos mucho más temibles con el empuje de la afición”, remató Valverde. Pero, también escondida, estaba su reflexión, su vaticinio: “Ya dije que este equipo da el paso cuando lo tiene que dar”.