El Madrid visita este viernes al Fenerbahçe Beko (18:30, Movistar Deportes) en la reedición de la final de mayo pasado en Belgrado. Un duelo para cerrar la primera vuelta entre los dos primeros de la Euroliga y con el liderato en juego. Pablo Laso atendió a los medios antes de volar a Estambul, desde donde el equipo viajará el sábado por la mañana directo a Vitoria para enfrentarse al Baskonia el domingo.
El técnico vitoriano, que cuenta con la plantilla al completo, respondía así a la pregunta de si ya come en la mesa de Obradovic: “No lo sé, alguna vez he comido con él y tenemos muy buena relación. Pero también como con mi madre, mis hijos... Valoro mucho lo que ha hecho en el tiempo que lleva de entrenador, que son más de 25 años.
Estoy muy orgulloso de que me hagáis esa pregunta. Cuando aún era jugador a veces se reía y me decía: ‘Ya entrenarás, pero ahora dedícate a jugar”.
Laso habla también de la nueva rivalidad con el Fenerbahçe (“No sé si somos los dos mejores equipos de Europa, pero sí dos de los mejores”) y hace balance de 2018 (tres títulos de cuatro posibles).
Doce triunfos en catorce partidos, y ahora el Fenerbahçe. “Este duelo llega en una época un poco complicada, porque coincide con las fiestas, hay muchos partidos… Estamos bien en la clasificación, hemos hecho una primera vuelta buena y nos enfrentamos a un gran rival, luego enlazamos con la salida a Vitoria.
Un fin de semana muy exigente, pero el equipo está bien y eso da tranquilidad”.
De Estambul a Vitoria con al menos 14 jugadores. “Viaja todo el equipo, aunque no sé si a última hora dejaremos a alguien aquí. Catorce jugadores, como mínimo, van a desplazarse. Todavía tengo un rato para decidir”.
Una nueva rivalidad que puede ser histórica. “Ojalá dure, lo que querrá decir que vamos a jugar muchas finales con el Fenerbahçe. Para alcanzar una Final Four hay que trabajar muchísimo y el Fenerbahçe lo está haciendo muy bien con un grupo de jugadores muy identificados y muy reconocibles y con un entrenador que ha sabido construir el equipo.
Es la repetición de la final del año pasado con dos plantillas muy reconocibles y grandes jugadores en todas las posiciones. No sé si somos los dos mejores equipos de Europa, pero sí dos de los mejores”.¿Come Laso ya en la mesa de Obradovic? “No lo sé, alguna vez he comido con él y tenemos muy buena relación. Pero también como con mi madre y mis hijos. Obradovic tiene todo mi respeto, yo lo viví como jugador y ha hecho mucho por el baloncesto.
Tengo una relación personal con él, incluso especial, y valoro mucho lo que ha hecho en el tiempo que lleva de entrenador, que son más de 25 años. Estoy muy orgulloso de que me hagáis esa pregunta.
Cuando aún era jugador a veces se reía y me decía: ‘Ya entrenarás, pero ahora dedícate a jugar’. Tenemos una buena relación y agradezco también que hable bien de mí”.¿El partido más exigente? “Por el rival seguro que lo es, pero todos son exigentes. A veces tienes un partido después de haber jugado otro 48 horas antes y con un viaje de por medio e igual en lo físico es más exigente aún que este.
Pero es cierto que un rival como el Fenerbahçe te exige mucho mentalmente, te obliga a dar el máximo, y los dos equipos lo entienden y por eso quizá llegamos a la final la temporada pasada. Es la repetición de la final y los dos nos hemos ganado ser reconocidos en el tiempo”.Balance de 2018.
“Estoy contento por el año que hemos hecho. De los cuatro títulos en juego hemos ganado tres (Euroliga, Liga y Supercopa) y en el otro jugamos la final hasta el último segundo (Copa). Pero sobre todo me quedaría con que el equipo, a pesar de todos los problemas de lesiones, siempre ha estado muy concentrado y se ha mostrado muy competitivo.
Y a mí eso como entrenador es lo que más me enorgullece. También los títulos, claro”.
La aventura de Rick Pitino. “Le deseo mucha suerte. Para cualquier entrenador es difícil adaptarte a un nuevo entorno, y eso no es el cambio del baloncesto americano al europeo, sino que son los jugadores, el equipo, la idiosincrasia del club, la ciudad, el idioma… Pitino es una leyenda y le deseo suerte, pero no sé cómo se adaptará. En la NBA, David Blatt (que hizo su carrera en Europa) jugó una final y eso habla bien del baloncesto europeo”.