
Su viaje se produce en medio de un deterioro en las relaciones entre la administración Trump y el gobierno colombiano, durante mucho tiempo el aliado más cercano de Estados Unidos en la región. Las tensiones entre ambos países aumentaron en enero por la aceptación de vuelos de inmigrantes deportados de Estados Unidos.
Noem se sentó el jueves por la mañana con la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Laura Sarabia, y dijo que tuvieron una “discusión franca y una discusión sincera” sobre las deportaciones, el crimen y la inmigración.
“Estamos comprometidos a trabajar de la mano con nuestros socios colombianos para mejorar no sólo la seguridad fronteriza, sino también apoyaremos la aplicación de nuestras leyes penales”, dijo Noem.
Sarabia enfatizó la importancia de reconocer que “los derechos humanos y la dignidad de los migrantes sean efectivamente respetados”.
Los funcionarios también firmaron un acuerdo que ampliaría el intercambio de datos biométricos para la aplicación de la ley.
Más tarde ese mismo día, Noem se reunió con la policía y el presidente izquierdista de Colombia, Gustavo Petro. Los líderes hablaron sobre seguridad, narcotráfico y repatriación de colombianos, según la presidencia colombiana, aunque se compartieron pocos detalles adicionales sobre la reunión.
Petro y el presidente estadounidense Donald Trump, ambos populistas, comparten puntos de vista diametralmente opuestos sobre temas clave como la lucha contra el crimen y el papel del gobierno estadounidense en América Latina.
La visita marca un contraste con la visita de Noem el miércoles a El Salvador , donde se reunió con el presidente Nayib Bukele, un populista que ha ganado la admiración de la derecha en Estados Unidos debido a su ofensiva contra las pandillas.
Noem también visitó el enorme complejo penitenciario del país para presuntos pandilleros, donde cientos de venezolanos deportados por el gobierno estadounidense se encuentran detenidos bajo sospecha de pertenecer a la pandilla venezolana Tren de Aragua, a pesar de las escasas pruebas presentadas por la administración Trump. Estas deportaciones están siendo impugnadas en los tribunales .
El viernes, Noem visitará México y se reunirá con la presidenta Claudia Sheinbaum, ya que su gobierno ha trabajado incansablemente para negociar con la administración Trump y contrarrestar las amenazas arancelarias de este. A pesar de los esfuerzos de Sheinbaum, Trump anunció el miércoles un arancel del 25% a las importaciones de automóviles.
Por ASTRID SUÁREZ
(Foto AP/Alex Brandon)