RÍO DE JANEIRO (AP) — Los pueblos indígenas celebraron el jueves después de que la Corte Suprema de Brasil dictaminó consagrar sus derechos territoriales, eliminando la amenaza inminente de que esas protecciones pudieran ser revertidas.
Los jueces habían estado evaluando una demanda presentada por el estado de Santa Catarina, respaldada por agricultores, que buscaba impedir que un grupo indígena ampliara el tamaño de su reclamo territorial. Casi todos los jueces del tribunal superior votaron a favor del grupo indígena, lo que tiene implicaciones de gran alcance para los territorios de todo el país.
Decenas de indígenas con tradicionales tocados de plumas amarillas y pintura corporal bailaron, cantaron y saltaron frente a una multitud de cámaras con flashes en la capital de Brasilia después de que se emitiera la votación decisiva. Algunos se secaron las lágrimas de alegría.
"Estoy temblando. Nos llevó un tiempo, pero lo logramos. Es un sentimiento muy hermoso y fuerte. Nuestros antepasados están presentes, de eso no hay duda”, dijo Jéssica Nghe Mum Priprá, del grupo indígena Xokleng-Laklano.
En el caso ante el tribunal, el estado de Santa Catarina argumentó una teoría legal impulsada por quienes se oponen a nuevas asignaciones de tierras para los grupos indígenas. Dijo que la fecha en que se promulgó la Constitución de Brasil (5 de octubre de 1988) debería ser la fecha límite para que los pueblos indígenas ya hayan ocupado físicamente tierras o estén luchando legalmente para volver a ocupar territorios. También afirmaron que proporcionaría seguridad jurídica a los propietarios de tierras.
Nueve de los 11 jueces del tribunal rechazaron ese argumento.
“Las áreas ocupadas por pueblos indígenas y las áreas vinculadas a la ascendencia y tradición de los pueblos indígenas tienen protección constitucional, incluso si no están demarcadas”, dijo el juez Luiz Fux, quien emitió el voto que estableció la mayoría.
Los dos jueces que votaron a favor de la posición de Santa Catarina fueron designados por el presidente Jair Bolsonaro, quien se oponía abiertamente a la expansión de los territorios indígenas y apoyaba su asimilación
Los grupos de derechos indígenas argumentaron que el concepto de plazo era injusto, diciendo que no tiene en cuenta las expulsiones y desplazamientos forzados de poblaciones indígenas, particularmente durante la dictadura militar de dos décadas en Brasil.
La demanda puso en riesgo el estatus de cientos de territorios indígenas de Brasil, dijo el grupo de derechos Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil, conocido por el acrónimo portugués Apib.
Grandes grupos de hombres y mujeres indígenas de diferentes estados y etnias se habían reunido en Brasilia y sus alrededores en los últimos meses durante las deliberaciones del tribunal superior.
Francisco Cali Tzay, investigador especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, había instado a la Corte Suprema de Brasil a proteger las tierras indígenas.
“Según la Constitución, los pueblos indígenas tienen derecho a la posesión permanente de las tierras que ocupan tradicionalmente”, dijo Tzay en una declaración de 2021.
Dijo que un fallo a favor de los intereses empresariales “podría legitimar la violencia contra los pueblos indígenas y exacerbar los conflictos en la selva amazónica y otras áreas”.
Aunque el caso involucró sólo a un grupo indígena, la Corte Suprema le otorgó estatus de “repercusión general”, lo que significa que el fallo servirá como precedente para todas las instancias de justicia que involucren a grupos indígenas.
Por lo tanto, se aplica a cientos de procedimientos administrativos e iniciativas legislativas que están en curso y es probable que torpedee una propuesta en el Congreso para promulgar el mismo plazo de 1988.
Sin embargo, esa legislación también conlleva otras amenazas a los derechos indígenas, lo que podría abrir la puerta a una flexibilización de las restricciones a la minería, la construcción de represas y proyectos agrícolas y de transporte en tierras indígenas.
“Hemos ganado la batalla, pero no la guerra”, dijo en Brasilia Dinamam Tuxá, coordinador ejecutivo de Apib. “Seguiremos luchando para que los territorios indígenas sean demarcados, para que los derechos de los pueblos indígenas sean salvaguardados y protegidos”.
Desde que asumió el cargo en enero, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha prestado mucha más atención a las demandas de los pueblos indígenas que su predecesor, Bolsonaro.
Creó el primer Ministerio de Pueblos Indígenas del país, encabezado por la mujer indígena Sonia Guajajara, y demarcó ocho nuevos territorios indígenas.
Los territorios indígenas cubren casi el 14% de la vasta extensión de Brasil, según datos del Instituto Socioambiental. El proceso para establecer oficialmente un territorio indígena puede llevar décadas.
El periodista de Associated Press Eduardo François en Brasilia contribuyó a este informe.
POR DIANE JEANTET Y ELÉONORE HUGHES
(Foto AP/Gustavo Moreno)