Una tensa calma se apoderó de Gaza el martes por la mañana tras una noche en la que la aviación israelí bombardeó objetivos en la Franja y los insurgentes dispararon proyectiles hacia territorio israelí en lo que amenazaba con convertirse en conflicto a gran escala a apenas dos semanas de las elecciones generales en Israel.
Las escuelas del sur de Israel cancelaron las clases y el ejército restringió las concentraciones cerca de la frontera con el territorio palestino tras el lanzamiento de docenas de cohetes hacia comunidades en la zona, incluyendo uno que alcanzó una casa en la localidad de Sderot.
La fuerza aérea israelí atacó objetivos del grupo insurgente Hamas, que gobierna la Franja, y de Yihad Islámica. Entre sus blancos había un edificio de varios pisos en la Ciudad de Gaza que, según Israel, servía de sede para la inteligencia militar de Hamas y de oficina para el líder del movimiento, Ismail Haniyeh. Siete palestinos resultaron heridos en la ofensiva, dijo el Ministerio de Salud de Gaza.
Los combates transfronterizos fueron provocados por el sorpresivo lanzamiento de un proyectil en la madrugada del lunes desde Gaza que arrasó una vivienda en el centro de Israel y causó siete heridos.
Según el ejército israelí, era un misil de fabricación propia con un alcance de 120 kilómetros (75 millas), lo que lo convirtió en uno de los ataques más lejanos de Hamas. Antes de la ofensiva sobre Gaza, las autoridades desplegaron dos brigadas militares en la frontera y realizaron una convocatoria limitada de reservistas.
Hamas anunció más tarde en el día que mediadores egipcios habían negociado un alto el fuego, pero los disparos continuaron durante la noche antes de la calma que pareció regresar de nuevo el martes en la zona.
El lanzamiento del cohete del lunes llevó al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a acortar su visita a Washington y regresar al país. Prometió una dura respuesta al incidente, preparando el escenario para el que podría ser el enfrentamiento más grave entre los dos bandos desde la guerra de 2014. Pero no se reportaron víctimas mortales en ninguno de los dos lados de la frontera y la calma podría ser un nuevo indicio de alivio de las tensiones.
Hace dos semanas se dispararon cohetes hacia Tel Aviv, la densamente poblada capital comercial de Israel. En ese momento, el ejército respondió bombardeando Gaza, pero los líderes de Hamas explicaron que el proyectil se disparó en forma accidental y el enfrentamiento se calmó de inmediato.
Israel y Hamás han librado tres guerras en la última década. Aunque ninguno de los dos parece interesado en otro conflicto bélico a gran escala, las escaramuzas pueden descontrolarse fácilmente. La guerra de 2014 duró 50 días y terminó con más de 2.000 bajas palestinas, cientos de ellas civiles, y 73 israelíes.
Está previsto que Netanyahu aterrice en el país más tarde en el día y acuda directamente a una reunión a una sede militar en Tel Aviv. El mandatario enfrenta la difícil tarea de asestar un golpe firme a Hamas al tiempo que evita un enfrentamiento prolongado que podría ir en su contra en los próximos comicios.