TIJUANA, México (AP) — Al caer la noche, unos 250 agentes de policía y empleados municipales entraron a un sórdido campamento de personas que esperaban solicitar asilo en Estados Unidos. Los migrantes tienen que registrarse para recibir sus credenciales o marcharse. En cuestión de horas, los que se quedaron estaban rodeados por una cerca de tela metálica suficiente para doblar en altura a la Estatua de la Libertad.
El operativo del 28 de octubre puede haber sido el final de un asentamiento que llegó a albergar a alrededor de 2.000 personas y bloquea un importante paso fronterizo con Estados Unidos. Pero podría surgir otros nuevos.
La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, criticó duramente uno parecido en Matamoros, al otro lado de la frontera con Brownsville, Texas, en una visita en 2019, diciendo: “Esto no es lo que somos como estadounidenses”. El gobierno del presidente Joe Biden publicitó su desmantelamiento en marzo, pero casi al mismo tiempo aparecieron otros en la cercana Reynosa y en Tijuana.
Los campamentos, llenos de niños pequeños, son producto de las políticas que obligan a los migrantes a esperar en México a sus audiencias en cortes de inmigración estadounidenses o les prohíben solicitar asilo en virtud de medidas de salud pública relacionadas con la pandemia del coronavirus. La incertidumbre sobre las políticas de asilo de Washington también ha contribuido al crecimiento de las poblaciones migrantes en ciudades fronterizas mexicanas, lo que creó las condiciones para el nacimiento de más asentamientos.
LAGOS, Nigeria (AP) — Soldados del ejército de Nigeria hirieron y mataron a tiros a manifestantes pacíficos que marchaban contra la brutalidad policial en la puerta de peaje Lekki de Lagos en octubre de 2020, denunció una comisión judicial africano, que calificó el hecho de “masacre”.
También la policía disparó, atacó y golpeó a manifestantes desarmados, lo que provocó lesiones y muertes, según la comisión.
Once hombres murieron y otros cuatro están desaparecidos y se les “presume muertos”, de las 48 personas identificadas como víctimas de la represión en Lekki, según el informe presentado al gobernador de Lagos, Babajide Sanwo-Olu.
El informe aún no se ha publicado, pero The Associated Press obtuvo una copia y confirmó los detalles con fuentes allegadas a la comisión y uno de sus miembros.
“En la caseta de peaje de Lekki, oficiales del ejército nigeriano lesionaron y mataron a tiros a manifestantes indefensos, sin provocación ni justificación, cuando ondeaban la bandera nigeriana y cantaban el himno nacional, y la manera de atacar y de matar se puede calificar, en contexto, de masacre”, dice el informe.
La conducta de los soldados en Lekki tiene el agravante de su “negativa a permitir que las ambulancias prestaran atención médica” a las víctimas, dice el informe. También acusa a la policía de tratar de encubrir los disparos en la puerta de peaje en Lagos.
Algunos de los heridos en Lekki confirmaron a la AP las descripciones del informe acerca de cómo los soldados abrieron fuego en la protesta.
Un vocero del gobierno estatal de Lagos no respondió de momento a un pedido de declaraciones.
LA HABANA (AP) — Las marchas callejeras convocadas para el lunes en Cuba no llegaron a cristalizarse después de que los organizadores denunciaran que simpatizantes del gobierno les impidieron salir de sus casas y recibieran citaciones de la policía desde días antes.
Tampoco se vieron las acciones opositoras que los propios activistas habían sugerido a la población a manera de protesta si no deseaban salir de sus hogares, como la colocación de sábanas blancas en balcones o ventanas y aplausos a la 3 de la tarde, la hora prevista para la manifestación.
En La Habana, el cruce de las céntricas calles de Prado y Malecón —el punto acordado de concentración— lució vacío y con un moderado control policial, constató The Associated Press. El gobierno cubano había denegado el permiso para esa marcha, la cual generó expectativas afuera de la isla y fue señalada por las autoridades de estar impulsada y financiada por Estados Unidos.
La convocatoria a las acciones de protesta coincidió con la jornada en que las autoridades dispusieron la reapertura de la isla al turismo internacional y un cambio en el protocolo sanitario contra el COVID-19, que permitirá mayores vuelos comerciales, así como retomar las clases presenciales.
La marcha fue convocada para exigir la liberación de presos —sobre todo aquellos que fueron detenidos en julio en otras protestas_, mayor respeto a los derechos humanos y un diálogo nacional.
SANTIAGO (AP) — La oposición de centroizquierda de Chile fracasó el martes en su intento de destituir al presidente Sebastián Piñera al no reunir los 2/3 de los votos del Senado necesarios para aprobar el juicio político en su contra.
Las acusaciones contra Piñera eran dos: la primera decía que infringió las leyes al favorecer la venta de una propiedad familiar y la segunda indicaba que comprometió el honor de la nación.
En el primer cargo, hubo 24 votos a favor, 18 en contra y una abstención. Por la segunda acusación se registraron 22 sufragios favorables, 20 en contra y una abstención.
La oposición necesitaba 29 de los 43 votos del Senado para destituirlo y solo contaba con 24, por lo que requería de al menos cinco sufragios del oficialismo de centroderecha, pero no sumó ninguno.
Aunque la oposición logró mayoría, la Constitución establece que para remover a un presidente de la República se requieren 2/3 de los sufragios del Senado.
Tras oficializarse la derrota opositora en el juicio político, el ministro de la presidencia, Juan José Ossa, dijo que Piñera “se encuentra muy tranquilo, valora la decisión que ha tomado el Senado” y de muchos senadores oficialistas.
Añadió que en la oposición “se dejaron llevar por afanes puramente electorales” y que algunos legisladores se vieron arrastrados “por el ritmo que le puso la Cámara de Diputados para conseguir unos pocos votos”.
Durante las elecciones presidenciales del próximo domingo también se renovarán a los 155 diputados y la mitad del Senado. Más de un centenar de parlamentarios buscan su reelección.
VARSOVIA (AP) — Fuerzas polacas dijeron el sábado que habían empleado un cañón de agua en respuesta a ataques con piedras de migrantes en la frontera con Bielorrusia.
La Guardia Fronteriza publicó un video en Twitter que mostraba cómo se utilizaba el cañón de agua hacia el otro lado de la frontera, contra un grupo de migrantes en un campamento improvisado a pesar de las gélidas temperaturas.
Un agente sufrió una lesión grave, según la policía polaca. Fue evacuado en ambulancia a un hospital y era probable que tuviera una fractura en el cráneo tras ser golpeado con un objeto.
El incidente era una escalada en una tensa crisis migratoria y de política de fronteras, con las vidas de miles de migrantes en juego.
El Ministerio polaco de Defensa dijo que sus solados y otras fuerzas en la frontera habían sido atacados con piedras y otros objetos.
El Ministerio también dijo que fuerzas bielorrusas habían intentado destruir cercas a lo largo de la frontera entre los dos países. El Ministerio polaco del Interior, por su parte, difundió un video que parecía mostrar a migrantes tratando de derribar una cerca.
No es posible verificar de forma independiente lo que ocurre sobre el terreno porque el estado de emergencia declarado en Polonia impide a periodistas y trabajadores de derechos humanos acceder a la zona de la frontera. En Bielorrusia, el trabajo de los periodistas también está sujeto a fuertes restricciones y sólo hay unos pocos presentes en la frontera.