NUEVA YORK (AP) — Tina Turner, la imparable cantante y artista que se asoció con su esposo Ike Turner para una carrera llena de éxitos y presentaciones en vivo en las décadas de 1960 y 1970 y sobrevivió a su terrible matrimonio para triunfar en la mediana edad con la canción que encabezó todas las listas de éxitos “What’s Love Got to Do With It”, falleció a los 83 años.
Turner murió el martes en su hogar en Küsnacht, cerca de Zúrich, Suiza, tras padecer una larga enfermedad, de acuerdo con su representante. Adquirió la ciudadanía suiza hace una década.
Pocas estrellas llegaron tan lejos como ella. Su nombre de pila era Anna Mae Bullock, nació en un hospital de una región segregada de Tennessee y tras superar muchos obstáculos, pasó sus últimos años en una residencia de más de 24.000 metros cuadrados (260.000 pies cuadrados) a la orilla del Lago Zúrich.
Físicamente maltratada, emocionalmente devastada y en la ruina financiera por su relación de 20 años con Ike Turner, se convirtió en una superestrella por sí sola cuando tenía unos 40 años, en un momento en el que la mayoría de sus colegas ya iban cuesta abajo y siguió siendo la principal atracción para quienes buscaban acudir a conciertos muchos años después.
“¿Cómo despedimos a una mujer que se adueñó de su dolor y trauma y los usó como un medio para ayudar a cambiar el mundo?”, escribió en un comunicado la actriz Angela Bassett, quien interpretó a Turner en la película de 1993 “What’s Love Got to Do With It” (“Tina”).
“A través de su valentía al contar su historia, su compromiso por mantener el rumbo de su vida, sin importar el sacrificio, y su determinación por hacerse un espacio en el rock and roll para ella y para otros que se parecen a ella, Tina Turner mostró a otros que vivían con miedo cómo debería ser un hermoso futuro lleno de amor, compasión y libertad”.
Admirada por artistas que van de Mick Jagger a Beyoncé y Mariah Carey, la “Reina del Rock ‘n’ Roll” fue una de las artistas más populares del mundo, conocida por temas pop, rock y R&B como “Proud Mary”, “Nutbush City Limits”, “River Deep, Mountain High” y los éxitos que tuvo en la década de 1980, entre ellos “What’s Love Got to Do with It”, “We Don’t Need Another Hero” y una versión de “Let’s Stay Together” de Al Green.
“Era realmente una intérprete y cantante enormemente talentosa”, tuiteó Mick Jagger, a quien Turner ayudó a dar forma a su propia presencia dinámica en el escenario. “Era inspiradora, cálida, divertida y generosa. Me ayudó mucho cuando era joven y nunca la olvidaré”.
Se distinguía por su voz de contralto, su sonrisa atrevida y sus pómulos marcados. Tenía una variedad de pelucas y las piernas musculosas y rápidas que no dudaba en lucir. Vendió más de 150 millones de discos en todo el mundo, ganó 12 premios Grammy, fue elegida junto a Ike para el Salón de la Fama del Rock & Roll en 1991 (y en solitario en 2021) y fue homenajeada en el Centro Kennedy en 2005, con Beyoncé y Oprah Winfrey entre los que le rindieron un homenaje. Su vida se convirtió en la base para una película, un musical de Broadway y un documental de HBO en 2021, este último lo calificó como su despedida pública.
Sólo hasta que abandonó a su marido y reveló la historia tras bambalinas, era conocida por el público como la voraz compañera de Ike en el escenario, protagonista del show “Ike and Tina Turner Revue”. Ike era el primero en actuar y dirigía el espectáculo, eligiendo el material, los arreglos y los coristas.
Hicieron giras constantes durante años, en parte porque Ike a menudo andaba escaso de dinero y no estaba dispuesto a perderse un concierto. Tina Turner se vio obligada a seguir adelante aún con bronquitis, con neumonía, con el pulmón derecho colapsado.
Otras veces, el causante de sus desgracias era el mismo Ike.
Como relató en sus memorias, “I, Tina”, Ike comenzó a golpearla poco después de que se conocieron, a mediados de la década de 1950, y solo se volvió más cruel. Provocado por cualquier cosa y por cualquiera, le arrojaba café caliente a la cara, la asfixiaba o la golpeaba hasta que se le hinchaban los ojos y luego la violaba. Antes de un espectáculo, le rompió la mandíbula y ella subió al escenario con la boca llena de sangre.
Aterrorizada tanto de estar con Ike como de estar sin él, atribuyó a su fe budista surgida a mediados de la década de 1970 el haberle dado una sensación de fortaleza y autoestima y finalmente lo dejó a principios de julio de 1976. The Ike and Tina Turner Revue estaba programado para abrir una gira por el bicentenario de Estados Unidos cuando Tina se escapó de su habitación de hotel en Dallas, con sólo una tarjeta de crédito y 36 centavos, mientras Ike dormía. Se apresuró a cruzar una carretera cercana, esquivando por poco un camión que iba a toda velocidad, y encontró otro hotel para quedarse.
“Lo miré (a Ike) y pensé: ‘Me acabas de golpear por última vez, cretino’”, recordó en sus memorias.
Turner fue una de las primeras celebridades en hablar con franqueza sobre el abuso doméstico, convirtiéndose en una heroína para las mujeres maltratadas y un símbolo de resiliencia para todos. Ike Turner no negó haberla maltratado, aunque trató de culpar a Tina por sus problemas. Cuando murió, en 2007, un representante de su exesposa dijo simplemente: “Tina está al tanto de que Ike falleció”.
Poco de esto fue evidente para los múltiples fans de Ike y Tina. Los Turner fueron un acto popular durante gran parte de la década de 1960 y principios de la década de 1970, evolucionando de baladas de blues como “A Fool in Love” y “It’s Going to Work Out Fine” hasta versiones llamativas de “Proud Mary” y “Come Together” así como otras canciones de rock que les trajeron éxito en diversos géneros.
Abrieron para los Rolling Stones en 1966 y 1969, y se les vio interpretando una versión lujuriosa de “I’ve Been Loving You Too Long” de Otis Redding en el documental de los Stones de 1970 “Gimme Shelter”. Laurence Fishburne y Angela Bassett hicieron interpretaciones nominadas al Oscar como Ike y Tina en la película de 1993 “What’s Love Got to Do with It” (“Tina”), basada en “I, Tina”, pero Tina diría que revivir sus años con Ike era tan doloroso que no se atrevía a ver la película.
La versión de Ike y Tina de “Proud Mary”, originalmente un tema de ritmo medio para Creedence Clearwater Revival, ayudó a definir su imagen sexual y asertiva. Con una guitarra funky y el canto de barítono de Ike, Tina comenzaba con unas pocas palabras habladas sobre cómo algunas personas querían escuchar canciones que fueran “agradables y fáciles”.
“Pero hay una cosa”, advertía, “verás, nunca hacemos nada agradable y fácil.
“Siempre lo hacemos agradable y rudo”.
Pero a fines de la década de 1970, la carrera de Turner parecía acabada. Tenía 40 años, su primer álbum en solitario había fracasado y sus shows en vivo se limitaban principalmente al circuito de cabaret. Desesperada por trabajo y dinero, incluso accedió a hacer una gira por Sudáfrica cuando el país fue ampliamente boicoteado debido a su régimen racista de apartheid.
Las estrellas de rock ayudaron a traerla de vuelta. Rod Stewart la convenció de cantar “Hot Legs” con él en “Saturday Night Live” y Jagger, que había tomado prestados abiertamente algunos de los movimientos de Turner en el escenario, cantó “Honky Tonk Women” con ella durante la gira de los Stones de 1981-1982. En una fiesta de escucha de su álbum de 1983 “Let’s Dance”, David Bowie les dijo a los invitados que Turner era su cantante femenina favorita.
Era más popular en Inglaterra en ese momento que en Estados Unidos, grabó una versión áspera de “Let’s Stay Together” en los estudios Abbey Road de EMI en Londres. A fines de 1983, “Let’s Stay Together” fue un éxito en toda Europa y estuvo a punto de serlo en Estados Unidos. Un hombre de A&R en Capitol Records, John Carter, instó al sello a inscribirla y hacer un álbum. Entre el material que se le presentó se encontraba una reflexiva balada pop-reggae coescrita por Terry Britten y Graham Lyle e inicialmente descartada por Tina como “débil”.
“Pensé que era una vieja canción pop y no me gustó”, dijo más tarde sobre “What’s Love Got To Do With It”.
El álbum “Private Dancer” de Turner salió a la venta en mayo de 1984, vendió más de ocho millones de copias y contó con varios sencillos exitosos, incluida la canción principal y “Better Be Good To Me”. Ganó cuatro premios Grammy, entre ellos el de grabación del año por “What’s Love Got to Do With It”, la canción que llegó a definir la imagen clara de sus años posteriores a Ike.
“La gente me mira ahora y piensa qué vida tan buena debo haber vivido, ¡ja!”. ella escribió en sus memorias.
Incluso con Ike, era difícil confundirla con una romántica. Su voz nunca fue “bonita” y las canciones de amor nunca fueron su especialidad, en parte porque tenía poca experiencia para basarse en ella. Nació en Nutbush, Tennessee en 1939 y diría que no recibió “ningún amor” ni de su madre ni de su padre. Después de que sus padres se separaron, se mudó con frecuencia por Tennessee y Missouri, viviendo con varios parientes. Era extrovertida, le encantaba cantar y cuando era adolescente visitaba los clubes de blues de St. Louis, donde uno de los principales atractivos era Ike Turner y sus Kings of Rhythm. A Tina no le importó mucho su aspecto la primera vez que lo vio, en el Club Manhattan.
“Luego se subió al escenario y tomó su guitarra”, escribió en sus memorias. “Tocó una nota y pensé: ‘Jesús, escucha tocar a este tipo’”.
Tina pronto tomó la iniciativa. Durante el intermedio de un espectáculo de Ike Turner en el cercano Club D’Lisa, Ike estaba solo en el escenario, tocando una melodía de blues en los teclados. Tina reconoció la canción, “You Know I Love You” de B.B. King, tomó un micrófono y cantó. Según recordó Tina, un Ike atónito gritó ”¡¡¡chicalll!!” y exigió saber qué más podía hacer. A pesar de las objeciones de su madre, accedió a unirse a su grupo. Ike cambió su nombre a Tina, inspirado en la heroína del cómic Sheena, Reina de la Selva, y ella cambió su apellido al casarse con Ike, en 1962.
En raros momentos de indulgencia de Ike, Tina disfrutó del éxito por su cuenta. Agregó una explosiva voz principal a la titánica producción de Phil Spector de “River Deep, Mountain High”, que fracasó en Estados Unidos cuando se lanzó en 1966, pero fue un éxito en el extranjero y eventualmente se volvió clásica. También apareció como Acid Queen en la versión cinematográfica de 1975 de la ópera rock “Tommy” de The Who. Sus créditos cinematográficos más reciente incluían “Mad Max Beyond Thunderdome” (“Mad Max, más allá de la cúpula del trueno”) y un cameo en “What’s Love Got to Do with It”.
Turner tuvo dos hijos: Craig, con el saxofonista Raymond Hill; y Ronald, con Ike Turner. (Craig Turner fue encontrado muerto en 2018 de un aparente suicidio). En una memoria publicada más adelante en 2018, “Tina Turner: My Love Story”, reveló que había recibido un trasplante de riñón de su segundo esposo, el exejecutivo discográfico de EMI Erwin Bach.
La vida de Turner parecía un argumento en contra del matrimonio, pero sus años con Bach fueron una historia de amor que la joven Tina no hubiera creído posible. Se conocieron a mediados de la década de 1980, cuando ella voló a Alemania para promocionar un disco y él la recogió en el aeropuerto. Él era más de una década más joven que ella —“la cara más bonita”, dijo ella de él en el documental de HBO— y la atracción era mutua. Se casó con Bach en 2013, intercambiando votos en una ceremonia civil en Suiza.
“Es esa felicidad de la que habla la gente”, dijo Turner a la prensa en ese momento, “cuando no deseas nada, cuando finalmente puedes respirar hondo y decir: ‘Todo está bien’”.
La periodista de The Associated Press Hilary Fox contribuyó a este despacho.