WASHINGTON (AP) — Los legisladores estadounidenses casi seguramente verán una silla vacía el jueves, no al secretario de Justicia William Barr, durante la comparecencia programada sobre el informe del fiscal especial Robert Mueller, escalando una batalla ya de por sí enconada entre los demócratas y el Departamento de Justicia.
Barr alegó que no acudiría a su comparecencia prevista para el jueves debido a la insistencia del panel de que lo interroguen abogados y legisladores de la comisión. Esa negativa abre la posibilidad de que Barr enfrente una acusación de desacato al Congreso.
Barr anunció su decisión la víspera, luego de que el Departamento no cumplió con el plazo de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes para proporcionar al panel una versión completa y no expurgada del informe de Mueller sobre la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016 y sus pruebas subyacentes.
La investigación buscó una posible colusión entre el equipo de campaña del presidente Donald Trump y Rusia.
Es probable que estas medidas provoquen una votación sobre el desacato de parte de Barr y posiblemente se emitan citaciones, lo que acercará a los demócratas de la Cámara de Representantes y al gobierno de Trump a una batalla prolongada en las cortes.
Aunque Barr informó al panel que no asistirá, el presidente de la comisión, Jerrold Nadler, dijo que aun así convocará la comparecencia, lo que plantea la posibilidad de que haya una silla de testigos vacía.
“Espero que el secretario de Justicia piense de la noche a la mañana y que esté allí de nuevo”, dijo Nadler.
Mientras Barr se negaba a testificar, los demócratas querían hablar con Mueller. Nadler dijo que el panel esperaba que el fiscal especial se presente ante la comisión el 15 de mayo y que el panel estaba “reafirmando la fecha”.
La cancelación del secretario de Justicia significó que él busca evitar otra ronda de interrogatorios después de testificar el miércoles ante la Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado.
Los demócratas del panel acusaron a Barr de tratar de proteger al presidente Trump después de que Barr evaluara el informe de Mueller por sí mismo y declarara que no había suficientes pruebas de que Trump hubiera cometido obstrucción a la justicia. Mueller se abstuvo de acusar a Trump de obstrucción, pero aclaró que tampoco podía exonerarlo.
En su testimonio del miércoles, Barr enfrentó las preguntas incisivas de senadores demócratas que lo acusaron de hacer declaraciones engañosas y parecer a veces protector de Trump en su papel de máximo representante de la ley en el país.
En la sesión del miércoles de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado, Barr se dijo sorprendido de que Mueller no señalara en alguna conclusión si Trump intentó obstruir la justicia, y que él se sintió obligado a emitir su propio juicio de que el presidente no había cometido delito alguno.
“No estoy seguro de su razonamiento”, declaró Barr en referencia al análisis de Mueller sobre la obstrucción, en el que ni se acusó ni se exoneró al mandatario de delito alguno. Si Mueller consideró que no debía hacer una decisión en cuanto a presentar cargos, “entonces no debió haber investigado. Era hora de parar”, agregó.
Barr también estaba preocupado por una carta que Mueller, su viejo amigo, le envió el mes pasado para quejarse de que el secretario de Justicia no había presentado en forma adecuada las conclusiones del fiscal especial en un sumario de cuatro páginas que sintetizaba el informe. El secretario de Justicia dijo que la carta tenía un tono “un poco malhumorado”.
“Yo dije ‘Bob, ¿qué pasa con la carta? Levanta el teléfono y llámame si hay algún problema’”, declaró Barr.
La ventilación de los desavenencias fue más que impactante porque parecía que el Departamento de Justicia y el equipo de Mueller compartían el mismo enfoque durante la mayor parte de los dos años que duró la investigación sobre la posible colusión entre el equipo de campaña de Trump y Rusia en el proceso electoral de 2016.
La revelación de que Mueller, que mantuvo el hermetismo durante la investigación, se inquietó lo suficiente para enviar una carta a Barr _que podía salir al público y fue lo que sucedió_ dio a sus palabras credibilidad adicional frente a los demócratas, que acusaron al secretario de Justicia de haber mentido bajo juramento el mes pasado cuando negó que el equipo de Mueller estuviera insatisfecho con la manera como fue descrito su trabajo.