Una maquilladora desempleada con dos niños pequeños y un esposo discapacitado necesita ayuda para comida y alquiler. Un administrador de hotel dice que su desempleo ha profundizado su ansiedad y le causa insomnio. Una higienista dental, embarazada y con dos hijos, pasa trabajos para poder comprar pañales y leche.
En todo Estados Unidos, en numerosas industrias y ocupaciones, millones de personas despedidas debido a la pandemia de coronavirus apenas pueden cubrir el costo de sus necesidades básicas ahora que ha expirado una ayuda semanal de 600 dólares que otorgaba el gobierno federal.
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