Las acciones estadounidenses abrirán el lunes con una marcada baja, lo que se suma a las fuertes caídas en Asia y Europa y profundiza una ola de ventas vinculada a las preocupaciones sobre una recesión en la economía estadounidense. El principal índice de Japón se desplomó más del 12%, su peor día desde 1987.

Los futuros del S&P 500 bajan un 3,1% y los del Nasdaq un 4,7%. Los inversores huyen de las grandes tecnológicas que hasta hace poco habían impulsado el alza del mercado estadounidense: Apple cayó más del 7% y Meta bajó un 6% en las operaciones previas a la apertura del mercado. El fabricante de chips Nvidia se desplomó un 12,5%.

Los futuros del Promedio Industrial Dow Jones cayeron un 2,1%.

Un informe publicado el viernes mostró que la contratación de personal en Estados Unidos se desaceleró el mes pasado mucho más de lo esperado, tras unos informes débiles sobre la industria manufacturera y la construcción, y avivó los temores de que la economía estadounidense finalmente se estuviera doblegando bajo la presión de las altas tasas de interés. Los inversores de todo el mundo vendieron acciones y se refugiaron en los bonos, lo que hizo que los rendimientos de los bonos cayeran drásticamente.

La reestructuración comenzó apenas un par de días después de que los índices bursátiles estadounidenses alcanzaran su mejor día en meses luego de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, preparara el escenario para posibles recortes de tasas que comenzarían en septiembre.

Pero tras el informe de empleo del viernes, aumentan los temores de que la Fed haya mantenido su principal tasa de interés en el nivel más alto en dos décadas durante demasiado tiempo, lo que aumenta los riesgos de una recesión en la mayor economía del mundo. Un recorte de la tasa haría que fuera menos costoso para los hogares y las empresas estadounidenses pedir dinero prestado, pero podría llevar tiempo hasta que los efectos impulsen la economía.

Hasta el viernes, se habían producido relativamente pocas oscilaciones importantes del mercado en el último año.

La bonanza en torno a la tecnología de inteligencia artificial ayudó a impulsar las acciones de las grandes tecnológicas, mientras que otras áreas del mercado se mantuvieron en pie en medio de crecientes esperanzas de que la Reserva Federal recorte las tasas de interés en el futuro. Pero los inversores profesionales han estado advirtiendo que pueden venir tiempos más inestables dada la incertidumbre sobre la rapidez con la que la Reserva Federal recortará las tasas de interés y otras grandes preguntas.

El desplome del Nikkei del lunes siguió a una caída de casi el 6% el viernes. A mediados de julio, el índice había subido a máximos históricos. Su peor caída en un solo día fue una caída de 3.836 puntos, o 14,9%, el 19 de octubre de 1987, un desplome de los mercados mundiales que se denominó “Lunes Negro”, pero que resultó ser sólo un revés temporal a pesar de los temores de que pudiera haber presagiado una recesión mundial.

El lunes, el Nikkei cerró con una baja de 4.451,28 puntos y se situó en 31.458,42. El viernes había caído un 5,8%, lo que lo convierte en su peor caída en dos días de la historia.

Los precios de las acciones han caído en Tokio desde que el Banco de Japón aumentó su tasa de interés de referencia el miércoles.

El yen japonés también ha caído bruscamente, cotizando a 142,37 yenes por dólar estadounidense, por debajo de los 146,45 del viernes y muy por debajo de su nivel de más de 160 yenes de hace unas semanas.

Los analistas dijeron que otro factor que contribuyó a la caída de los precios de las acciones fueron las operaciones de carry trade, en las que los inversores piden dinero prestado a un país con tasas de interés bajas y una moneda relativamente débil, como Japón, e invierten esos fondos en lugares que les darán un alto rendimiento. Los inversores han estado vendiendo acciones para pagar esos préstamos, ya que sus costos han aumentado con un yen más fuerte y tasas de interés más altas.

Las acciones de Corea del Sur cayeron casi un 9%.

En Europa, los mercados de Londres, París y Frankfurt cayeron cada uno más del 2%.

El euro subió a 1,0951 dólares desde 1,0923 dólares.

Uno de los pocos puntos brillantes fue Kellanova, anteriormente Kellogg's, que ganó un 22% tras informes de que el propietario de Snickers, Mars, estaba en conversaciones para adquirir el fabricante de cereales y snacks.

El último revés ha afectado a los mercados con una fuerte tendencia hacia los fabricantes de chips informáticos como Samsung Electronics y otras acciones tecnológicas: el lunes, el Kospi de Corea del Sur se desplomó más del 9%, mientras que las acciones de Samsung cayeron un 10,3%. Cerró con una baja del 8,8% a 2.441,55.

Taiex de Taiwán también se derrumbó, perdiendo un 8,4%, mientras que Taiwan Semiconductor Manufacturing Co., el mayor fabricante de chips del mundo, cayó un 9,8%.

“Para decirlo suavemente, el aumento de la volatilidad de la volatilidad es un espectáculo que subraya lo nerviosos que se han vuelto los mercados”, dijo Stephen Innes de SPI Asset Management en un comentario. “La verdadera pregunta ahora es: ¿puede el reflejo típico del mercado de vender volatilidad o comprar cuando el mercado cae prevalecer sobre la ansiedad profunda provocada por este repentino y agudo temor a una recesión?”

El VIX, un índice que mide la preocupación de los inversores por las próximas caídas del S&P 500, subió un 105% a primera hora del lunes. El bitcoin, que recientemente había subido hasta casi 70.000 dólares, bajó casi un 17% hasta los 52.100 dólares.

Los precios del petróleo cayeron, y el crudo de referencia estadounidense perdió 1,41 dólares y se situó en 72,11 dólares por barril. El crudo Brent, el estándar internacional, perdió 1,35 centavos y se situó en 75,46 dólares por barril.

Los inversores estarán atentos a los datos sobre el sector de servicios de Estados Unidos que publicará el Instituto de Gestión de Suministros de Estados Unidos el lunes, que podrían ayudar a determinar si las ventas masivas en todo el mundo son una reacción exagerada, dijo Yeap Jun Rong de IG en un informe.

Aunque las preocupaciones por la debilidad de la economía estadounidense y la volatilidad de los mercados se han extendido por todo el mundo, la economía estadounidense sigue creciendo y una recesión está lejos de ser una certeza.

Pero el ambiente era decididamente oscuro.

El índice Hang Seng de Hong Kong perdió un 2,2% a 16.579,97 y el S&P/ASX 200 de Australia bajó un 3,7% a 7.649,60.

El índice compuesto de Shanghai, que está de alguna manera aislado de otros mercados mundiales por los controles de capital, subió levemente pero luego cedió y perdió un 1,5% a 2.862,56.

La caída del 1,8% del S&P 500 el viernes fue su primera pérdida consecutiva de al menos el 1% desde abril. El Promedio Industrial Dow Jones cayó un 1,5% y el Nasdaq Composite cayó un 2,4%, llevándolo un 10% por debajo de su récord establecido el mes pasado. Ese nivel de caída es lo que los operadores llaman una "corrección".

ELAINE KURTENBACH

Kurtenbach, que reside en Bangkok, es la editora de economía de AP para Asia y contribuye a mejorar y ampliar nuestra cobertura de las economías regionales, el cambio climático y la transición hacia una energía libre de carbono. A lo largo de su carrera ha cubierto las tendencias económicas, sociales, ambientales y políticas en China, Japón y el sudeste asiático.

(Shohei Miyano/KyodomNews via AP)