
El juez de distrito Matthew Kacsmaryk, en Texas, suspendió la cancelación de la iniciativa hasta que se resuelvan los recursos legales de Texas y Missouri, pero no ordenó su restablecimiento. El impacto de la decisión sobre el programa no estaba claro de inmediato.
“Es una política de sentido común evitar que la gente entre en nuestro país de forma ilegal”, tuiteó el gobernador de Texas, Greg Abbott, tras el fallo. “Texas gana de nuevo, por ahora”.
El fallo podría ser un revés temporal para el gobierno de Joe Biden, que podría apelar.
Un correo electrónico solicitando comentarios al Departamento de Seguridad Nacional no obtuvo respuesta de inmediato.

El departamento reportó un menor tiempo de procesamiento para los migrantes detenidos en la frontera, más carpas de detención, aumento de personal y un incremento en el proceso penal de traficantes, resaltando su progreso en la implementación de un plan dado a conocer en abril.
Pero el documento de siete páginas con fecha del martes no incluyó ningún cambio estructural relevante en un momento en que se registra un alto número de migrantes que ingresan al país. Las autoridades esperan que lleguen todavía más una vez que finalice la medida conocida como Título 42, bajo la cual se les ha negado a los migrantes la posibilidad de solicitar asilo en más de 2,5 millones de ocasiones bajo el argumento de evitar la propagación del COVID-19.
Un juez federal en Washington ordenó el fin del Título 42 el 21 de diciembre, pero algunos estados con gobiernos republicanos solicitaron a una corte de apelaciones que mantuviera la medida en vigor. El gobierno federal también ha impugnado algunos aspectos del fallo, aunque no se opone a que concluya la aplicación de la norma la próxima semana. La disputa legal podría definirse de último minuto.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, viajó hace poco a El Paso, Texas, donde el domingo pudo ver una gran actividad migratoria después de que la zona se convirtiera en octubre pasado en el corredor de mayor actividad de cruces ilegales. El Paso ha sido un imán para venezolanos, nicaragüenses, cubanos, colombianos, ecuatorianos y migrantes de otras nacionalidades.

Una zona que va desde Montana hasta el oeste de Nebraska y Colorado se encontraba bajo alertas de nevasca, y el Servicio Nacional de Meteorología informó que existía la posibilidad de que cayeran hasta 61 centímetros (2 pies) de nieve en algunas partes del oeste de Dakota del Sur y el noroeste de Nebraska. Se esperaba hielo y aguanieve en el este de las Grandes Llanuras.
Se tenía previsto que el sistema de tormentas azotara la parte superior de la región centro-norte con hielo, lluvia y nieve durante días, y que se moviera hacia el noreste y el centro de los Apalaches, dejando caer nieve y lluvia helada para el miércoles por la noche. La amenaza de clima severo también continuaba vigente hasta el miércoles para Luisiana, Mississippi, Alabama y la región noroeste de Florida, de acuerdo con el Centro de Predicción de Tormentas, en Norman, Oklahoma.
En el sur, una hilera de tormentas eléctricas que se movían sobre el norte de Texas y Oklahoma el martes temprano provocaron tornados, vientos, granizo y aguaceros, informó el meteorólogo Tom Bradshaw del Servicio Nacional de Meteorología. Las autoridades reportaron el martes decenas de viviendas y negocios dañados y varias personas heridas en los suburbios y condados en el norte de la zona metropolitana de Dallas-Fort Worth.
La agencia de meteorología estaba revisando una decena de zonas en el norte de Texas el martes para determinar si el daño fue causado por los fuertes vientos o por los tornados.
Una alerta de tornado provocó que el Aeropuerto Internacional de Dallas-Forth Worth, ubicado cerca de Grapevine, emitiera el martes temprano una orden de refugiarse, pidiendo a los pasajeros que se alejaran de las ventanas. Más de 1.000 vuelos que salían y llegaban al aeropuerto fueron demorados, y más de 100, cancelados, de acuerdo con el servicio de rastreo FlightAware.
Groves informó en Sioux Falls, Dakota del Sur. Los periodistas de The Associated Press Ken Miller en Oklahoma City; Jill Bleed en Little Rock, Arkansas; Sam Metz en Salt Lake City; Trisha Ahmed en Minneapolis; Jesse Bedayn en Denver, y Margery Beck en Omaha, Nebraska contribuyeron a este despacho.

Tras un receso de tres meses, el gobierno ofrecerá cuatro modelos de pruebas rápidas, disponibles para todos los hogares del país a través de covidtests.gov desde el jueves, según dijo un miembro destacado del gobierno. El funcionario habló bajo condición de anonimato para hacer comentarios sobre el programa.
Los contagios de COVID-19 se han incrementado de manera considerable desde el feriado de Acción de Gracias, y se espera que los desplazamientos y las reuniones en espacios cerrados en torno a Navidad y Año Nuevo provoquen nuevos aumentos.
El gobierno reservará personal y equipamiento por si tuvieran que asistir a residencias hospitales sobrepasados, como ocurrió en oleadas anteriores del virus. Por el momento no se han hecho peticiones de ayuda, aunque se han preparado equipos de crisis, respiradores y equipo de protección personal, dijo el funcionario.

El Congreso tiene hasta la medianoche del viernes para aprobar una partida de gastos a fin de evitar un cierre parcial del gobierno. Se espera que las dos cámaras aprobarán una medida a corto plazo antes de eso para financiar las funciones públicas hasta el 23 de diciembre, lo que le dará tiempo a los legisladores para completar el presupuesto anual.
“Ahora las Comisiones de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara y del Senado trabajarán las 24 horas para negociar los detalles de los proyectos definitivos para 2023, que puedan ser aprobados por la Cámara y el Senado y luego firmados por el presidente Biden”, declaró Rosa DeLauro, representante demócrata por Connecticut y titular de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara.
Horas antes, los líderes del Senado dijeron que legisladores de ambos partidos estaban cerca de un acuerdo, pero los republicanos le advirtieron a los demócratas que las labores deberán concluirse para el 22 de diciembre o de lo contrario solo apoyarán una prórroga a corto plazo hasta inicios del año entrante. Ello le daría a los republicanos más poder de decisión sobre el presupuesto, ya que para entonces serán mayoría en la cámara baja.
“Nuestro plan es estar yendo de regreso a casa el 23. Nuestro plan es no estar aquí entre Navidad y Año Nuevo, y si no podemos cumplir con ese plazo con gusto aprobaremos (una resolución) a corto plazo hasta inicios del año entrante”, declaró Mitch McConnell, líder de los republicanos en el Senado.
McConnell se expresó confiado de que los republicanos cumplirán con su prioridad de aumentar los gastos de defensa sin “tener que pagar una bonificación por encima de lo que ya pidió el presidente Biden” en cuanto a gastos no relacionados con defensa. Dijo que los demócratas están dispuestos a aceptar eso, ya que previamente habían aprobado dos partidas que permiten mayores gastos para diversas prioridades domésticas.