ATLANTA (AP) — Donald Trump espera evitar una dura derrota en la contienda por la gobernación de Georgia el martes, mientras los votantes de las primarias republicanas deciden el destino del candidato elegido por el expresidente para liderar uno de los campos de batalla políticos más competitivos de Estados Unidos.

En total, votarán cinco estados, incluidos Alabama, Arkansas, Texas y Minnesota. Pero ninguno ha sido más consumido por Trump y su mentira de que las elecciones de 2020 fueron robadas que Georgia.

Después de que el gobernador republicano en funciones, Brian Kemp, se negara a aceptar las afirmaciones infundadas de Trump sobre el fraude electoral generalizado en Georgia, buscó represalias contratando personalmente al exsenador republicano David Perdue para que presentara un desafío en las primarias. Pero eso puede resultar una mala apuesta, ya que Kemp se ha convertido en un poderoso recaudador de fondos que ha aprovechado los beneficios de la titularidad. En los últimos días de la campaña, inauguró una planta de Hyundai Motor de 5.500 millones de dólares y 8.100 puestos de trabajo cerca de Savannah.

En vísperas de las elecciones, los aliados de Perdue se preparaban para una amplia derrota, la única duda era si Kemp ganaría la mayoría del 50% que necesita para evitar una segunda vuelta electoral el próximo mes.

“No vamos a tener una segunda vuelta”, dijo Matha Zoller, activista republicana desde hace mucho tiempo y presentadora de un programa de entrevistas del noreste de Georgia con vínculos tanto con Trump como con Perdue. "Va a ser vergonzoso".

Los resultados podrían generar preguntas sobre dónde reside el poder dentro del Partido Republicano. Si bien Trump sigue siendo profundamente popular entre los votantes más leales del partido, la etapa inicial de la temporada de primarias de medio término ha demostrado que no siempre se ponen del lado de sus elecciones. Mientras tanto, otros republicanos prominentes se están volviendo cada vez más asertivos.

En una clara ilustración de la división entre los principales republicanos, el propio vicepresidente de Trump, Mike Pence, se reunió con Kemp en los suburbios de Atlanta el lunes por la noche.

“Las elecciones son sobre el futuro”, le dijo a la multitud, y agregó que “cuando voten por Brian Kemp mañana, dirán sí a un futuro de libertad aquí en Georgia. Dirás sí a nuestros valores más preciados en el corazón de todo lo que apreciamos”.

Perdue, por su parte, terminó el día diciendo que Stacey Abrams , quien es negra y se postula sin oposición para la nominación demócrata a gobernadora, estaba “degradando a su propia raza”.

Los republicanos han intensificado sus críticas a Abrams desde que dijo en una cena demócrata el sábado que “estoy cansada de escuchar que somos el mejor estado del país para hacer negocios cuando somos el peor estado del país para vivir”. Abrams ha dicho que sus comentarios estaban destinados a abordar las deprimentes clasificaciones de Georgia para el acceso a la salud mental y la mortalidad materna.

Pero en una entrevista el lunes con el locutor de radio conservador John Fredericks y el exasesor de Trump Peter Navarro, Perdue fue más allá. Comparó el comentario con los comentarios que Abrams hizo en 2018 argumentando que "la gente no debería tener que dedicarse a la agricultura o la hospitalidad para ganarse la vida en Georgia". Afirmó que ella se refería a los agricultores negros.

“Cuando les dijo a los agricultores negros que no es necesario estar en la granja, y cuando les dijo a los trabajadores negros en la hospitalidad y todo esto... está degradando a su propia raza cuando se trata de eso”, dijo Perdue.

Mientras tanto, los republicanos y demócratas en otros lugares están lidiando con divisiones ideológicas y estratégicas que determinarán qué tipo de candidatos nominar y qué temas priorizar para las elecciones generales de noviembre.

Los demócratas se concentraron especialmente en una segunda vuelta electoral en el sur de Texas , donde el representante Henry Cuéllar, titular desde hace mucho tiempo, enfrenta un feroz desafío de la progresista Jessica Cisneros en una contienda en la que el aborto es un tema destacado. Cuéllar es el último demócrata antiaborto en la Cámara.

Los republicanos también decidirán una serie de primarias de bajo perfil.

En Arkansas, se espera que la exasesora de Trump, Sarah Huckabee Sanders, reclame la nominación del gobernador republicano. Y en Alabama, el representante conservador Mo Brooks se postula para representar al Partido Republicano en la carrera para reemplazar al senador Richard Shelby, quien se jubila. Brooks, una figura destacada en el mitin “Stop the Steal” del 6 de enero que precedió al ataque del Capitolio, obtuvo inicialmente el respaldo de Trump, aunque Trump lo rescindió después de ver a Brooks luchar en las encuestas.

Ningún estado tiene elecciones más importantes esta semana que Georgia, un bastión republicano desde hace mucho tiempo que se ha desplazado a los demócratas en elecciones recientes. Biden derrotó a Trump en Georgia por menos de 12.000 votos en total en 2020, y los demócratas ganaron por poco los dos escaños del Senado dos meses después.

Este año, la obsesión de Trump con su derrota de 2020 se ha cernido sobre las elecciones primarias republicanas para gobernador, Senado y secretario de Estado.

La ex estrella de la NFL respaldada por Trump, Herschel Walker, está a punto de ganar la nominación republicana al Senado de Georgia después de defenderse de los opositores conservadores que plantearon preguntas sobre su historial de violencia doméstica. Walker se enfrentaría al titular demócrata, el senador Raphael Warnock, este otoño.

También se espera que la principal aliada de Trump, la representante Marjorie Taylor Greene , gane sus elecciones primarias en el distrito 14 del Congreso del estado, a pesar de un primer mandato empañado por teorías de conspiración y controversia.

En el lado demócrata en Georgia, dos titulares del Congreso, las representantes Lucy McBath y Carolyn Bourdeaux, competían entre sí en los suburbios de Atlanta, obligadas a participar en una inusual primaria de titular sobre titular después de que los republicanos rediseñaran el mapa del Congreso.

Mientras tanto, las primarias republicanas de Georgia para gobernador —y la contienda por la secretaría de estado del Partido Republicano— tendrán un impacto directo en el sistema electoral de Georgia para la contienda presidencial de 2024.

En una muestra de desafío contra Trump, los gobernadores republicanos de Arizona, Nebraska y Maryland se han alineado detrás de Kemp, quien se negó a apoyar las afirmaciones infundadas de Trump de que las elecciones de 2020 en Georgia y otros estados indecisos fueron robadas.

El gobernador de Maryland, Larry Hogan, sugirió que una victoria de Kemp enviaría un mensaje claro a Trump.

“Cuando Brian Kemp prevalezca el martes, demostrará que los votantes quieren que sus líderes se concentren en los problemas cotidianos de sus vidas, como los altos precios de la gasolina y el aumento de la delincuencia, sin complacer las insignificantes quejas de otro político”, dijo Hogan a The Associated Press.

En las primarias republicanas para secretario de Estado, Trump criticó al titular republicano Brad Raffensperger, quien se negó a apoyar los llamados directos del expresidente para anular las elecciones de 2020. Raffensperger se enfrenta a tres rivales principales, incluida la representante Jody Hice, respaldada por Trump. El ganador se desempeñará como director electoral de Georgia en las elecciones presidenciales de 2024.

El martes marca la primera elección realizada bajo las nuevas leyes de votación adoptadas por la legislatura estatal respaldada por los republicanos en respuesta a las quejas infundadas de Trump. La ley dificultó el voto por correo, que fue popular entre los demócratas en 2020 en medio de la pandemia; introdujo nuevos requisitos de identificación de votantes que los críticos advirtieron que podrían privar de sus derechos a los votantes negros; y amplió la votación anticipada en áreas rurales que típicamente votan por los republicanos.

La nueva ley también prohíbe la práctica de repartir alimentos o agua dentro de los 150 pies de un lugar de votación, una práctica común en áreas urbanas donde generalmente hay largas filas de votantes.

Los totales de la votación anticipada en Georgia sugieren un enorme entusiasmo de los votantes, especialmente del lado republicano.

Hasta el final del viernes, 857.401 votantes emitieron sus votos anticipados, incluidos 795.567 que votaron anticipadamente en persona, según el secretario de estado. Eso incluye 483.149 votos emitidos por republicanos y 368.949 votos por demócratas.

Esas cifras destrozaron la participación en la votación anticipada en las elecciones presidenciales de 2020, cuando un total de 254.883 georgianos votaron anticipadamente.

Los demócratas restaron importancia a la disparidad de votos y señalaron que las contiendas de más alto perfil del estado se estaban jugando del lado republicano.

“Mientras los demócratas se están uniendo detrás de nuestros candidatos, los republicanos están en el caos, ya que tienen una agenda extrema y tratan de superarse unos a otros como el candidato más MAGA”, dijo el presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison.