MINNEAPOLIS, Minnesota, EE.UU. (AP) — El ex agente de policía de Minneapolis que fue declarado culpable de asesinato por la muerte de George Floyd pretende apelar su condena y sentencia, señalando que el juez no hizo un uso correcto de sus facultades discrecionales o cometió errores de derecho en varios momentos clave del proceso, según documentos presentados el jueves.
Derek Chauvin señaló que pretende apelar con 14 argumentos. Entre ellos, asegura que el juez Peter Cahill incurrió en un error de apreciación cuando rechazó la solicitud de Chauvin de trasladar el juicio fuera del condado de Hennepin debido a la publicidad en torno al caso.
También aseguró que el juez no ejerció correctamente sus facultades discrecionales cuando rechazó una solicitud para aislar al jurado durante todo el juicio, y cuando rechazó las solicitudes de posponer el juicio o de otorgar uno nuevo.
Chauvin fue declarado culpable hace unos meses de cargos estatales de asesinato no intencional, asesinato en tercer grado y homicidio imprudencial por la muerte de Floyd en 2020. Fue sentenciado a 22 años y medio en prisión, una condena mayor a los 12 años y medio prestablecidos, después de que el juez concordó con la fiscalía que existían factores agravantes en la muerte de Floyd.
Chauvin también está acusado en una corte federal de violar los derechos civiles de Floyd al momento en que se arrodilló sobre el cuello del hombre de raza negra durante alrededor de nueve minutos y medio mientras Floyd estaba tendido boca abajo sobre el pavimento, sin resistirse y suplicando por aire. Chauvin se ha declarado inocente de todos los cargos.
Chauvin tenía 90 días desde el momento en que fue sentenciado para dar a conocer sus intenciones de apelación. Además del aviso, también presentó una moción para suspender el proceso de apelación hasta que la Corte Suprema revise una decisión previa de negarle un defensor público para que lo represente durante su apelación.
Estados Unidos dio el miércoles otro paso para ofrecer dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 a los adultos mayores y a otras personas con alto riesgo de enfermar gravemente por el coronavirus, después que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó la aplicación de dosis extra de la vacuna en dichos grupos.
La FDA autorizó las dosis de refuerzo para los estadounidenses de 65 años y mayores, adultos jóvenes con afecciones de salud subyacentes y aquellas personas cuyos trabajos les representen un riesgo elevado de contraer COVID-19. El fallo representa un versión sumamente diluida del plan a gran escala del gobierno del presidente Joe Biden para administrar una tercera dosis a casi todos los adultos estadounidenses con el objetivo de incrementar su protección en medio de la propagación de la variante delta.
Sin embargo, aún se deben sortear varios obstáculos antes de empezar a administrar los refuerzos.
Asesores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus iniciales en inglés) iniciaron el miércoles una reunión de dos días para presentar recomendaciones más específicas sobre quién debería recibir las dosis adicionales y cuándo. Y en su primer día de deliberaciones, algunos expertos estaban tan confundidos por las preguntas en torno a la lógica para administrar los refuerzos, que incluso sugirieron postergar la decisión por un mes con la esperanza de recabar más evidencia.
NUEVA YORK (AP) — El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tenía previsto anunciar que su país multiplicará por dos, a mil millones de dosis, sus pedidos de vacunas contra el COVID-19 de Pfizer para compartirlas con el mundo, dentro de los esfuerzos por vacunar al 70% de la población mundial en el próximo año.
El compromiso de Estados Unidos sería la pieza central de la cumbre global sobre vacunas que Biden celebraba de forma virtual el miércoles, en un aparte de la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que esperaba presionar a las naciones acomodadas para que hagan más para controlar el coronavirus.
Líderes mundiales, grupos humanitarios y organizaciones globales de salud son cada vez más firmes en denunciar el lento ritmo de las vacunaciones en todo el mundo y la desigualdad del acceso a las vacunas entre residentes de naciones ricas y pobres.
El pedido estadounidense, según dos importantes funcionarios del gobierno de Biden que hablaron bajo condición de anonimato para comentar el discurso de Biden, elevará el compromiso total de vacunación de Estados Unidos a más de 1.100 millones de dólares hasta 2022. Al menos 160 millones de vacunas proporcionadas por Estados Unidos se han distribuido a más de 100 países, lo que supone más donaciones que las aportadas por el resto del mundo en total.
La nueva compra supone apenas una parte de lo necesario para alcanzar el objetivo de vacunar al 70% de la población mundial -y el 70% de los ciudadanos de cada país- para la cumbre de Naciones Unidas de septiembre del año que viene. Es una meta fijada por grupos humanitarios globales que Biden apoyará.
NUEVA YORK (AP) — Cuando Naciones Unidas surgió de los escombros de la Segunda Guerra Mundial, su nacimiento reflejaba una aspiración generalizada de que la humanidad podía levantarse y enfilarse por un camino positivo con esfuerzos de buena fe congruentes, informados y unificados entre los países y sus gobernantes. Eso requeriría persistencia, compromiso y, sobre todo, esperanza.
Cuatro generaciones después, el tema de la reunión de este año de los jefes de Estado y gobierno en la Asamblea General: “Crear resiliencia a través de la esperanza”, refleja el mismo ideal. Pero en la sede de Naciones Unidas, aunque la persistencia parece abundante esta semana, la esperanza luce escasa.
La Asamblea General se desarrolla esta semana bajo un manto de profundo pesimismo. La congruencia es irregular. Dos crecientes tipos de información indeseada —la falsa y la manipulada— están circulando sin control. ¿Y qué hay del esfuerzo unificado de buena fe? Se siente ausente, si no es que totalmente obsoleto, en una era en la que los responsables del resto de nosotros ni siquiera pueden ponerse de acuerdo para verificar en la entrada si todos están libres del virus mortal que ha trastocado los planes de la humanidad.
“Nuestro mundo jamás había estado más amenazado o más dividido”, declaró el martes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, marcando el tono con sus primeras palabras cuando inauguró la reunión. “El mundo”, dijo, “debe despertar”.
DEL RÍO, Texas, EE.UU. (AP) — Muchos migrantes haitianos acampados en un pequeño pueblo fronterizo de Texas están siendo liberados en Estados Unidos, dijeron el martes dos funcionarios estadounidenses, a pesar de las declaraciones públicas del gobierno de Joe Biden de que las miles de personas asentadas en la zona se enfrentaban una expulsión inmediata.
Los haitianos han sido liberados “a una escala muy muy grande” en los últimos días, según un funcionario que situó la cifra en miles. La fuente, con conocimiento directo de las operaciones, habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a discutir el asunto en público.
Muchos han quedado libres con un aviso para acudir en una oficina de inmigración en el plazo de 60 días, una solución que requiere menos tiempo de procesamiento para los agentes de la Patrulla Fronteriza que ordenar una aparición ante una corte migratoria, y apunta a la velocidad con la que se están moviendo las autoridades, apuntó el funcionario.
El Departamento de Seguridad Nacional ha estado transportando en bus a los haitianos desde Del Río a El Paso, Laredo y el Valle del Río Grande, a lo largo de la frontera de Texas, y esta semana incluyó vuelos a Tucson, Arizona, explicó la fuente. Los migrantes están siendo procesados por la Patrulla Fronteriza en esos puntos.
Un segundo funcionario, también con conocimiento directo del asunto y que habló bajo condición de anonimato, señaló que una gran cantidad de haitianos estaban siendo procesados conforme a la ley migratoria y no estaban embarcando en los vuelos de deportación a Haití que comenzaron el domingo. El funcionario no pudo ser más específico con respecto a la cifra.
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