
Los comerciantes que viajan al centro de Venezuela suben a autobuses y los llenan de sacos de arroz, cajas de medicamentos, paquetes de pasta de dientes e incluso neumáticos que compraron en la vecina Colombia. En la terminal de llegadas, viajeros agotados bajan de los autobuses y se dirigen a la frontera, donde comprarán comida o verán sus pasaportes sellados para salir de Venezuela sin fecha de regreso.
Entre los gritos de los vendedores ambulantes y el jaleo de los peatones, docenas de hombres jóvenes con carros de metal pasan de un lado a otro de la estación y la frontera, cargando maletas y mercancías. Se les conoce como “lomo taxistas” porque pasan buena parte del día cargando bultos pesados sobre la espalda.
“No me esperaba quedarme acá pero como no me pude ir más adelante me tocó”, comentó Ricardo Rocha, un lomo taxista del centro de Venezuela y que llegó el año pasado a San Antonio.
Rocha dijo ganar unos 8 dólares al día cargando sacos de mercancías por la estación de autobús de San Antonio, que se encuentra a unas cuatro cuadras de la frontera. Puede ser un trabajo agotador, con temperaturas extremas que a menudo alcanzan los 40 grados Celsius (104 Fahrenheit), pero el joven de 26 años dijo que era mejor que quedarse en casa, en su estado natal de Aragua.
“Allá en el centro del país no hay casi comida. Y está muy difícil conseguir trabajo”, señaló.
La escasez de alimentos y la hiperinflación en Venezuela empuja a miles de personas que dejan el país cada día buscando una vida mejor.

En su mensaje transmitido en radio y televisión, el mandatario anunció el retiro del subsidio de 1.300 millones de dólares a los precios de la gasolina y diésel, y señaló que en las próximas horas enviará a la Asamblea un proyecto de reformas tributarias que incluye un aumento de contribución a las empresas que facturan más de 10 millones de dólares al año, así como la flexibilización de la contratación laboral.
“El objetivo es más trabajo, más emprendimiento y mejores oportunidades... impulsar el crecimiento económico y el empleo”, añadió.
La gasolina extra, la de mayor consumo nacional pasó de 1.85 dólares a 2.30 dólares por galón, mientras que el diésel pasó de 1.03 a 2.27 dólares por galón.
El paquete de reformas fiscales de Moreno contempla la reducción de impuestos para equipos tecnológicos y celulares, maquinaria y equipo industrial y la eliminación del anticipo al impuesto a la renta.
También dijo que el aporte de las grandes empresas, que pagarán una contribución especial durante tres años, se destinará para educación, salud y seguridad, mientras que para los exportadores ofreció un procedimiento simplificado de devolución automática.
El presidente aseguró que las medidas contemplan también el lado social, al sumar a 300.000 familias a la entrega de los distintos bonos del Estado, y llegar a 1,3 millones de familias beneficiadas.

Horas más tarde anunció que las nuevas elecciones legislativas se realizarán el 26 de enero de 2020.
En un breve mensaje a la nación desde el palacio presidencial, Vizcarra dijo que se le denegó de forma fáctica un voto de confianza que solicitó y por ello “decidí disolver el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República”. “Estamos haciendo historia y espero que entiendan la importancia de esta lucha, seguirán encontrando a este presidente que dará la lucha por el Perú”.
La decisión fue aclamada por cientos de ciudadanos a las afueras del palacio legislativo, pero también en las calles de las principales ciudades del país, donde los simpatizantes cargaron pancartas con leyendas como “Fuera ratas del Congreso” y “Basta de mentiras, cierre del Congreso” en protestas pacíficas. La policía montó guardia en los alrededores del palacio legislativo.
Vizcarra citó el artículo 134 de la constitución que indica que si se niega el voto de confianza a dos gabinetes de un gobierno, el presidente puede disolver el Parlamento y mantiene una comisión permanente. El Congreso ya negó un voto de confianza al gobierno durante la gestión de Pedro Pablo Kuczynski, a quien Vizcarra reemplazó tras su renuncia por acusaciones de nexos con la constructora brasileña Odebrecht.
En conformidad a la ley peruana, el presidente recibió la renuncia del primer ministro Salvador del Solar y nombró como reemplazo a Vicente Zeballos, cercano del mandatario y quien previamente ejercía el cargo de ministro de Justicia.
Las fuerzas armadas no emitieron comentarios de lo ocurrido. El Comando Conjunto de las Fuerzas armadas no respondió de inmediato a una solicitud de AP en busca de comentarios.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reportó el lunes que entre enero y junio de 2019 el 35,4% de la población se ubicó debajo de la línea de la pobreza, cuando en el mismo periodo del año pasado la cifra afectó al 27,3% de los argentinos, un incremento de 8,1 puntos porcentuales.
Si se lo compara con el segundo semestre de 2018 (32%), la pobreza aumentó 3,4 puntos porcentuales.
El organismo estima que son pobres unos diez millones de argentinos, de los cuales 7,7% son indigentes, es decir, sus ingresos son suficientes para cubrir una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas.
“Los últimos tiempos han sido muy duros, especialmente el último año y medio”, reconoció Macri en un acto de campaña tras darse a conocer la estadística de pobreza. “Pero ahora viene algo distinto, el crecimiento, el trabajo, la mejora del salario y el alivio a fin de mes en el bolsillo”.
“El esfuerzo que hicieron todo este tiempo no fue en vano”, arengó a sus partidarios.
El presidente tiene como principal rival a Alberto Fernández, quien lo superó por más de 15 puntos de las primarias abiertas de agosto y va acompañado en la fórmula por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) para las elecciones generales del 27 de octubre.
Macri ha sufrido una caída en su popularidad en un contexto de recesión económica e inflación.

Dos escándalos consecutivos encendieron las luces rojas. El 25 de julio se conoció que en mayo un avión que había despegado de Uruguay aterrizó en Francia con 600 kilos de cocaína. Una semana después, se anunció que 4.500 kilos de esa droga habían sido confiscados en Hamburgo dentro de un contenedor despachado en Montevideo. El director de Aduanas renunció al día siguiente en medio del escándalo. Poco después, la cadena alemana Deutsche Welle llamó a Uruguay “nueva bisagra del narcotráfico global” e hizo sonar todas alarmas.
Desde entonces se suceden las reuniones entre autoridades, despachantes de Aduana y exportadores buscando dónde está el error y cómo solucionar el problema, en medio de un gran hermetismo.
“Lo sucedido fue una conmoción y estamos trabajando muy fuerte para mejorar rápidamente los aspectos que debemos mejorar. Ahora es momento de trabajar y no hacer muchas declaraciones”, dijo a la Associated Press el viceministro de Economía, Pablo Ferreri.
Todos asumen que el país, en el afán de agilizar su comercio y bajar los costos, descuidó controles y el narcotráfico lo comprendió.
“Somos una ruta, como hay otras. Pero es cierto que determinados controles están flaqueando o no están en los niveles que deberían”, admitió el fiscal general Jorge Díaz.
En esta materia de narcotráfico el fiscal lo ha visto todo. Cocaína en embarques de carne y de lana; 500 kilos de cocaína disimuladas en redes de pesca que eran enviadas a Vigo y 2.000 kilos embarcados en un yate que se aprestaba a viajar a Serbia.