Primeras papeletasMONTGOMERY, Alabama, EE.UU. (AP) — Las primeras papeletas de las elecciones generales para la carrera presidencial se enviarán el miércoles a medida que los funcionarios de Alabama comiencen a enviarlas por correo a los votantes ausentes a menos de dos meses de las elecciones del 5 de noviembre.
Carolina del Norte tenía previsto empezar a enviar papeletas de voto por correo el viernes pasado, pero el proceso se retrasó después de que Robert F. Kennedy Jr. presentó una demanda con éxito para que se eliminara su nombre de la papeleta. Ha presentado recursos similares en otros estados en disputa presidencial después de abandonar su campaña y apoyar al candidato republicano Donald Trump.
Si bien el hito de la votación es relativamente tranquilo y ocurre en un estado que no es un campo de batalla político, es una señal de cuán rápido se acerca el día de las elecciones después de las convenciones partidarias de este verano y el primer debate presidencial del martes entre la vicepresidenta Kamala Harris y Trump.
"Estamos listos para empezar", dijo Sharon Long, secretaria adjunta en la oficina del secretario del circuito del condado de Jefferson.
Long dijo que su oficina recibió las papeletas el martes y comenzará a enviarlas por correo el miércoles por la mañana a los votantes que las solicitaron y a los votantes en el extranjero y militares. Los votantes también pueden acudir a su oficina electoral, completar la solicitud e incluso presentar una papeleta en persona.
Long dijo que su oficina ha recibido más de 2.000 solicitudes de voto en ausencia: “Esperamos un gran interés”, dijo.
Alabama no cuenta con el sistema tradicional de votación anticipada, por lo que las papeletas de voto en ausencia son la única forma de votar además de acudir a las urnas, e incluso en ese caso el proceso es limitado. En Alabama, las papeletas de voto en ausencia solo están permitidas para quienes están enfermos, viajando, encarcelados o trabajando en un turno que coincide con el horario de votación.
La primera votación en persona para las elecciones de otoño comenzará la próxima semana en un puñado de estados.
Justin Roebuck, el secretario del condado de Ottawa, Michigan, que asistió a una conferencia para trabajadores electorales en Detroit esta semana, dijo que su oficina estará lista una vez que comience la votación en ese estado.
“En este punto del ciclo, sentimos que el juego está en marcha. Estamos listos para hacerlo. Estamos listos para empezar”, dijo. “Hemos hecho todo lo posible para educar a nuestros votantes y comunicarnos con confianza en ese proceso”.
Aunque las oficinas electorales se han entrenado y preparado para este momento, un aire de incertidumbre se cierne sobre el inicio de la votación.
Trump ha señalado en repetidas ocasiones , como lo hizo en elecciones anteriores, que solo el engaño puede impedirle ganar, un tono que se ha vuelto más amenazador a medida que se acercaba la votación. Sus reiteradas mentiras sobre las elecciones presidenciales de 2020 han sembrado una amplia desconfianza entre los republicanos en la votación y el recuento de votos. Al mismo tiempo, varios estados liderados por republicanos aprobaron desde entonces leyes que han hecho más restrictivo el registro y la votación.
En Alabama, el voto por correo está comenzando a aplicarse a medida que el estado introduce nuevas restricciones sobre quién puede ayudar a un votante con una solicitud para ese tipo de papeleta. Alabama es uno de los varios estados liderados por republicanos que imponen nuevos límites a la asistencia a los votantes .
La ley establece que es ilegal distribuir una solicitud de voto en ausencia que esté previamente completa con información como el nombre del votante o devolver la solicitud de voto en ausencia de otra persona.
El secretario de Estado de Alabama, Wes Allen, dijo que la ley brinda “a los votantes de Alabama una fuerte protección contra los activistas que se benefician del proceso de elecciones por correo”, pero los grupos que la desafiaron dijeron que “convierte la participación cívica y vecinal de los votantes en un delito grave”.
La periodista de Associated Press Christina A. Cassidy en Detroit contribuyó a este informe.
Por  Kim Chandler
(Foto AP/Vasha Hunt)
Trump acusaCOLUMBUS, Ohio, EE.UU. (AP) — El expresidente Donald Trump amplificó el martes los falsos rumores de que inmigrantes haitianos en Ohio estaban raptando y comiéndose a las mascotas, y repitió durante su debate con la vicepresidenta Kamala Harris el tipo de retórica incendiaria y antiinmigrante que ha promovido durante sus campañas.
No hay pruebas de que los inmigrantes haitianos de una comunidad de Ohio estén haciendo tal cosa, dicen funcionarios. Pero durante el debate televisado, Trump mencionó específicamente a Springfield, Ohio, la ciudad que está en el centro de las afirmaciones, y dijo que los inmigrantes se estaban apoderando de la ciudad.
“Se están comiendo a los perros. Se están comiendo a los gatos. Se están comiendo las mascotas de la gente que vive allí”, afirmó.
Harris calificó a Trump de “extremista” y se rio tras su comentario. Los moderadores del debate señalaron que las autoridades municipales han dicho que esas afirmaciones no son ciertas.
Los comentarios de Trump fueron similares a las afirmaciones que ha hecho su equipo de campaña, incluido su compañero de fórmula, el senador de Ohio JD Vance, y otros republicanos. Las afirmaciones llamaron la atención esta semana cuando Vance publicó en las redes sociales que su oficina había “recibido muchas consultas” sobre inmigrantes haitianos que secuestraban mascotas. Vance reconoció el martes que era posible que “todos estos rumores resulten ser falsos”.
Diversos funcionarios han dicho que no hay reportes creíbles o detallados que respalden los señalamientos, aun cuando Trump y sus aliados se han valido de estos rumores para propagar estereotipos racistas sobre los inmigrantes no blancos.
Durante su mandato como presidente, Trump cuestionó por qué Estados Unidos aceptaría a personas de lo que describió como “países de mi--da”, como Haití y lugares de África. Su campaña de 2024 se ha enfocado en gran medida en la inmigración ilegal, haciendo referencias a delitos cometidos por inmigrantes. Trump responsabiliza a los inmigrantes del aumento de la delincuencia y la drogadicción en Estados Unidos, y de hacer uso de recursos destinados a los ciudadanos estadounidenses.
He aquí cómo se han propagado los falsos rumores:
¿Cómo surgieron los rumores?
El 6 de septiembre se publicó un mensaje en X que compartía lo que parecía una captura de pantalla de una publicación en redes sociales aparentemente procedente de Springfield, Ohio. El mensaje retuiteado afirmaba que la “amiga de la hija del vecino” de la persona que publicó el mensaje supuestamente había visto a un gato colgado de un árbol para ser descuartizado y comido, y aseguraba, sin pruebas, que en la casa vivían haitianos. La foto que acompañaba el mensaje mostraba a un hombre negro que agarraba por las patas lo que parecía ser un ganso canadiense. La publicación siguió compartiéndose en las redes sociales.
El lunes, Vance publicó en X que “los informes muestran ahora que personas que no deberían estar en este país han secuestrado y devorado a sus mascotas. ¿Dónde está nuestra zar de la frontera?”. Al día siguiente, Vance escribió otra vez en X sobre Springfield, diciendo que su oficina había recibido consultas por parte de residentes que afirmaban que “las mascotas de sus vecinos o la fauna local habían sido raptadas por migrantes haitianos. Es posible, por supuesto, que todos estos rumores resulten ser falsos”.
Otros republicanos compartieron mensajes similares. Entre ellos se encontraba el senador Ted Cruz, de Texas, quien publicó una foto de unos gatitos con un pie de foto que instaba a votar por Trump “para que los inmigrantes haitianos no nos coman”.
Horas antes del debate entre Trump y Harris del martes, el expresidente publicó dos fotos relacionadas con el tema en su red social Truth Social. Una de estas publicaciones mostraba una foto de Trump rodeado de gatos y gansos. Otra mostraba gatos armados ataviados con gorras con el eslogan de Trump: “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez”.
¿Qué dicen las autoridades de Ohio?
La oficina del administrador municipal de Springfield, Bryan Heck, emitió un comunicado en el que desmintió los rumores.
“En respuesta a los recientes rumores que alegan la comisión de actividades delictivas por parte de la población inmigrante en nuestra ciudad, queremos aclarar que no ha habido reportes creíbles o acusaciones específicas de mascotas dañadas, heridas o maltratadas por parte de integrantes de la comunidad inmigrante”, dijo la oficina de Heck en un comunicado enviado por correo electrónico.
La policía de Springfield declaró el lunes al diario Springfield News-Sun que no había recibido ninguna denuncia de mascotas robadas o devoradas.
El gobernador de Ohio, el republicano Mike DeWine, ofreció una conferencia de prensa el martes para hablar sobre la llegada masiva de inmigrantes haitianos a Springfield. Dijo que enviará policías estatales a la ciudad para ayudar a las fuerzas locales a gestionar el tráfico y que destinará 2,5 millones de dólares en el plazo de dos años para ofrecer una mayor atención médica primaria a las familias migrantes.
DeWine se negó a hablar acerca de los rumores y remitió las declaraciones a los funcionarios locales. Pero se pronunció repetidamente en apoyo del pueblo de Haití, donde su familia lleva tiempo administrado una organización benéfica.
¿Qué sabemos de otro caso ocurrido a 280 km (175 millas) de distancia?
Un incidente totalmente ajeno ocurrido el mes pasado en Canton, Ohio, se mezcló rápida y erróneamente en el debate.
El 26 de agosto, la policía de Canton acusó a una mujer de 27 años de maltrato animal y alteración del orden público después de que “torturara, matara y se comiera a un gato en una zona residencial delante de varias personas”, según un informe policial.
Pero la mujer acusada, Allexis Ferrell, no es haitiana. Nació en Ohio y se graduó de la escuela secundaria McKinley, en Canton, en 2015, según registros públicos y notas periodísticas. Los registros judiciales muestran que Ferrell tiene antecedentes penales que datan al menos de 2017. Diversos abogados que han representado a Ferrell no han respondido, por el momento, a mensajes enviados.
Ferrell se encuentra detenida en la cárcel del condado de Stark a la espera de una audiencia el próximo mes, según la fiscalía.
¿Qué dicen los defensores de los inmigrantes haitianos?
Estas publicaciones crean una narrativa falsa y podrían ser peligrosas para los haitianos en Estados Unidos, comentó Guerline Jozef, fundadora y directora ejecutiva de Haitian Bridge Alliance, un grupo que apoya y defiende a los inmigrantes de ascendencia africana.
“Siempre somos el blanco de todo tipo de narrativas y tratamientos bárbaros e inhumanos, específicamente cuando se trata de inmigrantes”, dijo Jozef en una entrevista telefónica.
Sus comentarios fueron similares a los del vocero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
“Habrá gente que se lo creerá, por ridículo y estúpido que sea”, dijo Kirby. “Y podrían actuar basándose en ese tipo de información, y actuar de manera que alguien pudiera salir lastimado, así que hay que acabar con esto”.
¿Cuál es el contexto de los haitianos en Ohio y Estados Unidos?
La población haitiana de Springfield, Ohio, una ciudad de unos 60.000 habitantes, ha aumentado en los últimos años. Aunque las autoridades de Springfield afirman que es imposible proporcionar una cifra exacta, calculan que todo el condado tiene una población inmigrante de 15.000 personas.
La ciudad también afirma que los inmigrantes haitianos se encuentran en el país legalmente en virtud de un programa federal que les permite permanecer temporalmente en el país. El mes pasado, el gobierno de Biden concedió estatus legal temporal a unos 300.000 haitianos que ya se encontraban en Estados Unidos porque las condiciones en Haití se consideran inseguras para que regresen. El gobierno haitiano ha extendido un estado de emergencia a todo el país debido a la violencia endémica de las pandillas.
Otro caso que ha resurgido, e incluso fue mencionado por Trump en un correo electrónico el lunes, es la muerte, en agosto de 2023, de un niño de 11 años después de que un vehículo conducido por un inmigrante haitiano chocara contra su autobús escolar.
Catalini informó desde Trenton, Nueva Jersey, y Shipkowski desde Toms River, Nueva Jersey.
MIKE CATALINI
Catalini covers government, elections and news primarily in New Jersey for The Associated Press. He focuses on accountability and how policy affects people.
JULIE CARR SMYTH
Smyth has covered government and politics from Columbus, Ohio, for The Associated Press since 2006.
(Foto AP/Alex Brandon).
By  MIKE CATALINI, JULIE CARR SMYTH and BRUCE SHIPKOWSKI
harrysTrumpWASHINGTON (AP) — La carrera presidencial de este año es una auténtica contienda de ideas entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump , con claras diferencias en materia de impuestos, aborto, inmigración, alianzas globales, cambio climático y la democracia misma.
Desde que reemplazó al presidente Joe Biden como candidata demócrata, Harris se ha comprometido a trazar un nuevo camino a seguir, aunque ha adoptado muchas de sus ideas. Quiere recortes de impuestos para la clase media, aumentos de impuestos para los ricos y las corporaciones, la restauración del derecho al aborto y un gobierno que aborde agresivamente el cambio climático, entre otras posturas.
En su afán por regresar a la Casa Blanca, Trump quiere lograr mucho de lo que no pudo hacer durante un mandato que se vio interrumpido por la pandemia mundial. El republicano quiere la extensión y expansión de sus recortes impositivos de 2017, un aumento masivo de los aranceles, más apoyo a los combustibles fósiles y una mayor concentración del poder gubernamental en la Casa Blanca.
Los dos candidatos han expuesto sus ideas en discursos, anuncios y otros medios. Muchas de sus propuestas carecen de detalles, lo que hace difícil juzgar exactamente cómo traducirían sus intenciones en leyes o cómo financiarían su implementación. Si bien los candidatos están de acuerdo en no gravar las propinas de los trabajadores, el resultado en noviembre podría cambiar drásticamente el código tributario, el apoyo de Estados Unidos a Ucrania, el acceso al aborto y los compromisos asumidos para limitar el daño causado por el cambio climático.
Aquí está la posición de cada candidato en 10 temas principales:
Aborto provocado
HARRIS: La vicepresidenta ha pedido al Congreso que apruebe una legislación que garantice en la ley federal el acceso al aborto, un derecho que estuvo vigente durante casi 50 años antes de ser revocado por la Corte Suprema. Al igual que Biden, Harris ha criticado las prohibiciones del aborto en los estados controlados por los republicanos y prometió como presidenta bloquear cualquier posible prohibición a nivel nacional si una de ellas es aprobada por un futuro Congreso controlado por el Partido Republicano. Harris fue la defensora más visible de los derechos al aborto por parte de los demócratas incluso cuando Biden todavía estaba en la contienda. Ha promovido los esfuerzos de la administración que no se convierten en ley federal, incluidas las medidas para proteger a las mujeres que viajan para acceder al procedimiento y limitar la forma en que las fuerzas del orden recopilan los registros médicos.
TRUMP: El expresidente suele alardear de haber nombrado a los jueces de la Corte Suprema que revocaron el fallo Roe v. Wade. Después de esquivar preguntas sobre en qué momento del embarazo cree que se debe restringir el procedimiento, Trump anunció la primavera pasada que las decisiones sobre el acceso y los límites deberían dejarse en manos de los estados . Ha dicho que no firmaría una ley que prohíba el aborto a nivel nacional si una ley llegara a su escritorio y recientemente dijo que no intentaría bloquear el acceso a los medicamentos abortivos . Dijo a la revista Time que también debería dejarse en manos de los estados decidir si se debe procesar a las mujeres por abortos o monitorear sus embarazos. También ha dicho que, si gana, quiere que el tratamiento de FIV sea gratuito para las mujeres .
Clima/Energía
HARRIS: Como senadora por California, la vicepresidenta fue una de las primeras patrocinadoras del Green New Deal, una amplia serie de propuestas destinadas a hacer avanzar rápidamente a Estados Unidos hacia una energía totalmente verde, que es defendida por el ala más progresista del Partido Demócrata. Harris también dijo durante su breve campaña presidencial de 2020 que se oponía a la perforación petrolera en alta mar y a la fracturación hidráulica. Pero durante sus tres años y medio como vicepresidenta, Harris ha adoptado posiciones más moderadas, centrándose en cambio en la implementación de las disposiciones climáticas de la Ley de Reducción de la Inflación de la administración Biden . Esta proporcionó casi 375 mil millones de dólares para cosas como incentivos financieros para automóviles eléctricos y proyectos de energía limpia. La administración Biden también ha reclutado a más de 20.000 jóvenes en un "Cuerpo del Clima" nacional, un programa similar al Cuerpo de Paz para promover la conservación a través de tareas como la climatización de viviendas y la reparación de humedales. A pesar de eso, es poco probable que Estados Unidos esté en camino de cumplir el objetivo de Biden de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad para 2030, un punto de referencia del que Harris no ha hablado en la primera parte de su propia campaña para la Casa Blanca.
TRUMP: Su mantra para una de sus principales prioridades políticas: “PERFORAR, BEBÉ, PERFORAR”. Trump, que en el pasado calificó el cambio climático de “engaño” y alberga un particular desdén por la energía eólica, dice que su objetivo es que Estados Unidos tenga la energía y la electricidad más baratas del mundo y ha afirmado que puede reducir los precios a la mitad en el plazo de un año tras su posible regreso al cargo. Aumentaría la perforación petrolera en tierras públicas, ofrecería exenciones fiscales a los productores de petróleo, gas y carbón, aceleraría la aprobación de gasoductos naturales, abriría docenas de nuevas plantas de energía, incluidas instalaciones nucleares, y daría marcha atrás a los agresivos esfuerzos de la administración Biden para que la gente cambie a los coches eléctricos, que, según él, tienen un lugar pero no deberían ser impuestos a los consumidores. También se ha comprometido a volver a salir de los Acuerdos Climáticos de París, poner fin a los subsidios a la energía eólica y eliminar las regulaciones impuestas y propuestas por la administración Biden dirigidas a tipos de bombillas, estufas, lavavajillas y cabezales de ducha energéticamente ineficientes.
Democracia/Estado de derecho
HARRIS: Al igual que Biden, Harris ha criticado a Trump como una amenaza para la democracia de la nación. Pero, al atacar a su oponente, la vicepresidenta se ha apoyado más en su experiencia personal como fiscal y la ha contrastado con la declaración de Trump de culpable de 34 delitos graves en un caso de sobornos en Nueva York y con su responsabilidad por prácticas comerciales fraudulentas y abuso sexual en un tribunal civil. La vicepresidenta también ha hablado con menos frecuencia que Biden sobre la negación de Trump de haber perdido las elecciones presidenciales de 2020 y su impulso al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Cuando la interrumpen durante los mítines con cánticos de sus partidarios que dicen “¡Enciérrenlo!” dirigidos a Trump, Harris responde que los tribunales pueden “manejar eso” y que “nuestro trabajo es derrotarlo en noviembre”.
TRUMP: Después de negarse a aceptar su derrota ante Biden en 2020, Trump no se ha comprometido a aceptar los resultados esta vez. Ha prometido en repetidas ocasiones indultar a los acusados ​​del 6 de enero que fueron encarcelados por agredir a agentes de policía y otros delitos durante el ataque al Capitolio, y recientemente amenazó con encarcelar a abogados, funcionarios electorales, donantes y otras personas "involucradas en un comportamiento inescrupuloso" en torno a la votación de noviembre, avivando nuevamente temores infundados. Promete reformar el Departamento de Justicia y el FBI "desde cero", agraviado por los cargos penales que el departamento ha presentado contra él. También promete desplegar la Guardia Nacional en ciudades como Chicago que están luchando contra el crimen violento y en respuesta a las protestas, y también ha prometido nombrar un fiscal especial para perseguir a Biden.
Gobierno federal
HARRIS: Al igual que Biden, Harris ha hecho una dura campaña contra el “Proyecto 2025”, un plan elaborado por importantes conservadores para actuar lo más rápidamente posible para rehacer drásticamente el gobierno federal y empujarlo hacia la derecha si Trump recupera la Casa Blanca. También forma parte de una administración que ya está tomando medidas para dificultar los despidos masivos de funcionarios públicos. En abril, la Oficina de Gestión de Personal emitió una nueva norma que prohibiría que los trabajadores federales fueran reclasificados como designados políticos u otros empleados a voluntad, lo que facilitaría su despido. Eso fue en respuesta al Anexo F, una orden ejecutiva de 2020 de Trump que reclasificó a decenas de miles de trabajadores federales para facilitar su despido.
TRUMP: El expresidente ha intentado distanciarse del “Proyecto 2025”, a pesar de sus estrechos vínculos con muchos de sus arquitectos clave. No obstante, ha prometido su propia revisión de la burocracia federal, a la que ha culpado durante mucho tiempo de bloquear la agenda de su primer mandato, diciendo: “Voy a eliminar por completo el estado profundo”. El expresidente planea volver a emitir la orden del Anexo F que elimina las protecciones del servicio civil. Dice que luego procederá a despedir a los “burócratas rebeldes”, incluidos aquellos que “utilizaron nuestro sistema de justicia como arma” y los “belicistas y globalistas de América-Última en el Estado Profundo, el Pentágono, el Departamento de Estado y el complejo industrial de seguridad nacional”. Trump también se ha comprometido a eliminar el Departamento de Educación y quiere reducir la independencia de las agencias reguladoras como la Comisión Federal de Comunicaciones. Como parte de su esfuerzo por reducir el despilfarro y la burocracia del gobierno, también se ha comprometido a eliminar al menos 10 regulaciones federales por cada nueva que se imponga.
Inmigración
HARRIS: En un intento por desactivar una línea de ataque político del Partido Republicano, la vicepresidenta ha destacado su experiencia como fiscal general de California, diciendo que recorrió túneles de narcotraficantes y procesó con éxito a bandas que trasladaban narcóticos y personas a través de la frontera. Al principio de su mandato, Biden nombró a Harris la persona clave de su administración para las causas fundamentales de la migración. Trump y los principales republicanos ahora culpan a Harris por una situación en la frontera entre Estados Unidos y México que, según ellos, está fuera de control debido a políticas que fueron demasiado indulgentes. Harris ha respondido que Trump empeoró la situación al eliminar un compromiso bipartidista del Senado que habría incluido estándares de asilo más estrictos y la contratación de más agentes fronterizos, jueces de inmigración y oficiales de asilo. Dijo que volvería a presentar ese proyecto de ley y firmaría esa ley, diciendo que Trump "habla, pero no actúa" en materia de inmigración. La vicepresidenta ha respaldado una reforma migratoria integral, buscando vías hacia la ciudadanía para los inmigrantes en Estados Unidos sin estatus legal, con una vía más rápida para los inmigrantes jóvenes que viven en el país ilegalmente y que llegaron cuando eran niños.
TRUMP: El expresidente promete organizar la mayor deportación interna en la historia de Estados Unidos, una operación que podría involucrar campos de detención y la Guardia Nacional. Reinstauraría políticas que puso en marcha durante su primer mandato, como el programa Permanecer en México y el Título 42, que impuso restricciones a los inmigrantes por razones de salud pública. Y reviviría y ampliaría la prohibición de viajes que originalmente apuntaba a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana. Después del ataque del 7 de octubre de Hamás a Israel, prometió una nueva "selección ideológica" de inmigrantes para excluir a "lunáticos peligrosos, odiadores, fanáticos y maniacos". También intentaría deportar a personas que están en Estados Unidos legalmente pero albergan "simpatías yihadistas". Intentaría poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento para las personas nacidas en Estados Unidos cuyos padres están en el país ilegalmente.
Israel/Gaza
HARRIS: Harris dice que Israel tiene derecho a defenderse y ha denunciado repetidamente a Hamás como una organización terrorista. Pero la vicepresidenta también podría haber ayudado a desactivar algunas reacciones negativas de los progresistas al expresarse más abiertamente sobre la necesidad de proteger mejor a los civiles durante los combates en Gaza.
Más de 40.900 palestinos han muerto en la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamás. El ministerio no distingue entre civiles y militantes en su recuento, pero dice que las mujeres y los niños representan poco más de la mitad de los muertos. Israel dice que ha matado a más de 17.000 militantes en la guerra.
Al igual que Biden, Harris apoya un acuerdo propuesto para que se tomen rehenes a cambio de un alto el fuego prolongado, que tiene como objetivo traer a casa a todos los rehenes y muertos israelíes restantes. Biden y Harris dicen que el acuerdo podría conducir a un fin permanente de la guerra y han respaldado una solución de dos Estados, en la que Israel coexistiría junto a un Estado palestino independiente.
TRUMP: El expresidente ha expresado su apoyo a los esfuerzos de Israel por “destruir” a Hamás, pero también ha criticado algunas de las tácticas de Israel. Dice que el país debe terminar el trabajo rápidamente y volver a la paz. Ha pedido respuestas más agresivas a las protestas pro palestinas en los campus universitarios y ha aplaudido los esfuerzos de la policía por desalojar los campamentos. Trump también propone revocar las visas de estudiante de quienes defiendan opiniones antisemitas o antiamericanas y deportar a quienes apoyen a Hamás.
Cuestiones LGBTQ+
HARRIS: Durante sus mítines, Harris acusa a Trump y a su partido de intentar hacer retroceder una larga lista de libertades, incluida la capacidad de “amar a quien amas abiertamente y con orgullo”. Encabeza el coro de “No vamos a volver atrás”. Si bien su campaña aún no ha dado detalles sobre sus planes, ha sido parte de una administración de Biden que denuncia regularmente la discriminación y los ataques contra la comunidad LGBTQ+. Al comienzo del mandato de Biden, su administración revocó una orden ejecutiva de Trump que había prohibido en gran medida a las personas transgénero el servicio militar, y su Departamento de Educación emitió una norma que dice que el Título IX, la ley de 1972 que se aprobó para proteger los derechos de las mujeres, también prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual o la identidad de género. Esa norma no se refería a la cuestión de los atletas transgénero.
TRUMP: El expresidente se ha comprometido a mantener a las mujeres transgénero fuera de los deportes femeninos y dice que pedirá al Congreso que apruebe un proyecto de ley que establezca que “sólo dos géneros”, determinados al nacer, son reconocidos por los Estados Unidos. Promete “derrotar el veneno tóxico de la ideología de género”. Como parte de su ofensiva contra la atención médica que afirma el género, declararía que cualquier proveedor de atención médica que participe en la “mutilación química o física de jóvenes menores de edad” ya no cumple con los estándares federales de salud y seguridad y les prohibiría recibir dinero federal. Tomaría medidas punitivas similares en las escuelas contra cualquier maestro o funcionario escolar que “sugiera a un niño que podría estar atrapado en el cuerpo equivocado”. Trump apoyaría una prohibición nacional de la intervención hormonal o quirúrgica para menores transgénero y prohibiría a las personas transgénero el servicio militar.
OTAN/Ucrania
HARRIS: La vicepresidenta aún no ha especificado en qué sentido sus posiciones sobre la guerra de Rusia con Ucrania podrían diferir de las de Biden, más allá de elogiar los esfuerzos del presidente por reconstruir las alianzas deshechas por Trump, en particular la OTAN, un baluarte fundamental contra la agresión rusa. El gobierno de Biden ha prometido un apoyo incesante a Ucrania contra la invasión de Rusia. El gobierno ha enviado decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar y de otro tipo a Ucrania, incluido un tramo de ayuda que totalizó 61.000 millones de dólares en armas, municiones y otra asistencia que se espera que dure hasta finales de este año. El gobierno ha mantenido que la continua asistencia estadounidense es fundamental porque el líder ruso Vladimir Putin no se detendrá ante la invasión de Ucrania. Harris ha dicho anteriormente que sería una tontería arriesgar las alianzas globales que Estados Unidos ha establecido y ha denunciado la "brutalidad" de Putin.
TRUMP: El expresidente ha cuestionado repetidamente la ayuda estadounidense a Ucrania y dice que seguirá “reevaluando fundamentalmente” la misión y el propósito de la alianza de la OTAN si regresa al cargo. Ha afirmado, sin explicación, que podrá poner fin a la guerra antes de su investidura llevando a ambas partes a la mesa de negociaciones. (Su enfoque parece depender de que Ucrania ceda al menos parte de su territorio ocupado por Rusia a cambio de un cese del fuego). En cuanto a la OTAN, ha atacado a los países miembros durante años por no cumplir con los objetivos de gasto militar acordados. Trump hizo sonar las alarmas este año cuando dijo que, como presidente, había advertido a los líderes que no solo se negaría a defender a las naciones que no cumplieran con esos objetivos, sino que “alentaría” a Rusia “a hacer lo que les dé la gana” con los países que son “delincuentes”.
Aranceles/Comercio
HARRIS: La administración Biden-Harris ha buscado impulsar el comercio con aliados en Europa, Asia y América del Norte, al tiempo que utiliza aranceles y otras herramientas para perseguir a rivales como China. La administración demócrata mantuvo vigentes los aranceles de Trump a China, al tiempo que agregó una prohibición a la exportación de chips informáticos avanzados a ese país y brindó incentivos para impulsar las industrias estadounidenses. En mayo, la administración Biden-Harris apuntó específicamente a China con mayores aranceles a los vehículos eléctricos y al acero y el aluminio, entre otros productos.
TRUMP: El expresidente quiere una expansión drástica de los aranceles sobre casi todos los bienes extranjeros importados, diciendo que "vamos a tener aranceles del 10% al 20% sobre los países extranjeros que nos han estado estafando durante años". Ha sugerido aranceles de hasta el 100% sobre los productos chinos. Trata estos impuestos como una forma de financiar otros recortes impositivos, reducir el déficit y posiblemente financiar el cuidado infantil, aunque los aranceles podrían aumentar los precios para los consumidores sin generar los ingresos que Trump promete. También instaría al Congreso a aprobar una legislación que le dé al presidente autoridad para imponer un arancel recíproco a cualquier país que imponga uno a los EE. UU. Gran parte de su agenda comercial se ha centrado en China. Trump ha propuesto eliminar gradualmente las importaciones chinas de bienes esenciales, incluidos los productos electrónicos, el acero y los productos farmacéuticos, y quiere prohibir que las empresas chinas posean infraestructura estadounidense en sectores como la energía, la tecnología y las tierras agrícolas.
Impuestos
HARRIS: Como gran parte de la reforma fiscal de 2017 expira a fines del año próximo, Harris promete recortes de impuestos para más de 100 millones de hogares de clase media y trabajadora. Además de preservar algunos de los recortes que expiran, quiere hacer permanente un crédito fiscal de hasta $3,600 por niño y ofrecer un crédito fiscal especial de $6,000 para los nuevos padres. Harris dice que su administración ampliaría los créditos fiscales para quienes compran una casa por primera vez e impulsaría la construcción de 3 millones de nuevas unidades de vivienda en cuatro años, al tiempo que eliminaría los impuestos sobre las propinas y respaldaría exenciones fiscales para los empresarios. Al igual que Biden, quiere aumentar la tasa impositiva corporativa al 28% y el impuesto mínimo corporativo al 21%. La tasa corporativa actual es del 21% y el mínimo corporativo, aumentado bajo la Ley de Reducción de la Inflación, es del 15% para las empresas que ganan más de $1 mil millones al año. Pero Harris no aumentaría el impuesto a las ganancias de capital tanto como Biden había propuesto para los inversores con más de $1 millón en ingresos.
TRUMP: El expresidente ha prometido extender e incluso ampliar todos los recortes de impuestos de 2017 que firmó como ley, al mismo tiempo que paga la deuda. Ha propuesto reducir la tasa impositiva corporativa general del 21% al 15%, pero solo para las empresas que fabrican sus productos en los EE. UU. Revocaría cualquier aumento de impuestos firmado como ley por Biden. También pretende eliminar algunas de las exenciones impositivas que Biden aprobó para alentar el desarrollo de la energía renovable y los vehículos eléctricos. Trump ha propuesto eliminar los impuestos sobre las propinas que reciben los trabajadores, una política adoptada por Harris, quien también aumentaría el salario mínimo para los trabajadores que reciben propinas, así como eliminar los impuestos sobre los beneficios de la Seguridad Social. También quiere reducir el costo de la vivienda abriendo tierras federales al desarrollo. Los análisis externos sugieren que las ideas de Trump harían mucho más para aumentar los déficits presupuestarios que lo que haría Harris, sin generar el crecimiento necesario para minimizar cualquier deuda adicional.
JOSH BOAK
Boak cubre la Casa Blanca y la política económica.
Jill Colvin
Colvin es una periodista política nacional de Associated Press que cubre la campaña presidencial de 2024. Vive en Nueva York.
Seung Min Kim
Seung Min es un reportero de la Casa Blanca.
(Foto AP)
Cuomo testificaEstá previsto que el exgobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, testifique públicamente el martes ante un subcomité del Congreso crítico de su manejo de la pandemia de COVID-19 cuando comenzó a propagarse por los hogares de ancianos del estado en 2020.
Los miembros del Subcomité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Pandemia de Coronavirus, liderado por los republicanos, publicaron un informe antes del testimonio de Cuomo que acusó al demócrata de organizar un “encubrimiento” para ocultar errores que pusieron en peligro a los residentes de hogares de ancianos.
“La administración de Cuomo es responsable de exponer imprudentemente a la población más vulnerable de Nueva York al COVID-19”, dijo el representante estadounidense Brad Wenstrup, el republicano de Ohio que preside el Subcomité Selecto sobre la Pandemia de Coronavirus, en un comunicado el lunes.
El portavoz de Cuomo acusó al comité de malgastar el dinero de los contribuyentes en una investigación que "no encontró evidencia de irregularidades".
“Este informe de las asambleas populares MAGA es pura cortina de humo diseñada para seguir desviando la atención del liderazgo fallido de Trump durante la pandemia”, dijo el portavoz de Cuomo, Rich Azzopardi. Lo calificó de “un discurso partidista descuidado y a medias, basado en testimonios no corroborados y seleccionados a dedo, y conclusiones que no están respaldadas por pruebas ni por la realidad”.
Cuomo renunció a su cargo en agosto de 2021 en medio de acusaciones de acoso sexual, que él niega.
Cuomo fue ampliamente visto como una figura tranquilizadora en los primeros meses de la pandemia, pero su reputación sufrió después de que se revelara que su administración publicó un recuento incompleto del número de muertes en hogares de ancianos y centros de vida asistida.
Los críticos también se han centrado en una directiva emitida en marzo de 2020 que inicialmente prohibía a los hogares de ancianos negarse a aceptar pacientes solo porque habían tenido COVID-19.
La orden se emitió para evitar que los hospitales se vieran abrumados con pacientes con COVID-19 que ya no estaban lo suficientemente enfermos como para requerir hospitalización, pero necesitaban atención en un hogar de ancianos por otras afecciones y no podían simplemente ser dados de alta o enviados a casa.
Más de 9.000 pacientes recuperados de coronavirus fueron dados de alta de los hospitales y trasladados a residencias de ancianos en virtud de la directiva, que fue revocada en medio de especulaciones de que había acelerado los brotes.
Hubo alrededor de 15.000 muertes por COVID-19 entre residentes de cuidados de larga duración en Nueva York, mucho más que el número inicial revelado.
El comité del Congreso dijo que había determinado que Cuomo y sus principales asesores aprobaron la directiva y luego intentaron desviar la culpa ordenando un informe no científico que concluía que la directiva rescindida de marzo probablemente tuvo poco impacto en las muertes.
Como parte de la investigación se entrevistó a altos ex funcionarios de la administración Cuomo.
Cuomo testificó ante el subcomité en junio , pero fue a puertas cerradas.
Cuomo desestimó el subcomité y escribió en el Daily Beast el lunes que su objetivo era desviar la atención de los fracasos de liderazgo del expresidente Donald Trump durante la pandemia. Dijo que el subcomité “sigue politizando el COVID en lugar de aprender de él”.
“La estrategia del Partido Republicano fue, y sigue siendo, fabricar teorías para culpar a los estados y gobernadores por las muertes por COVID”, escribió.
Un informe estatal encargado por la sucesora de Cuomo, la gobernadora Kathy Hochul, y publicado este verano concluyó que, si bien las políticas sobre cómo los hogares de ancianos deberían manejar la COVID-19 eran “apresuradas y descoordinadas”, se basaban en la mejor comprensión de la ciencia en ese momento.
Foto AP/Seth Wenig, Archivo)
Por  Michael Hill
migrantes embarazoAURORA, Colorado, EE.UU. (AP) — Tenía ocho meses de embarazo cuando se vio obligada a abandonar el refugio para personas sin hogar en Denver. Era noviembre.
Ivanni Herrera tomó de la mano a su hijo Dylan, de 4 años, y lo condujo hacia la fría noche, arrastrando una maleta que contenía ropa y mantas donadas que había tomado del Microtel Inn & Suites, uno de los 10 hoteles donde Denver ha alojado a más de 30.000 inmigrantes , muchos de ellos venezolanos, en los últimos dos años.
Primero caminaron hasta Walmart. Allí, con el dinero que ella y su esposo habían juntado mendigando en la calle, compraron una carpa.
Esperaron hasta que oscureciera para construir su nuevo hogar. Eligieron un terreno con césped a lo largo de una vía muy transitada en Aurora, la ciudad vecina, un suburbio conocido por su población inmigrante.
“Queríamos ir a un lugar donde hubiera gente”, dijo Herrera, de 28 años. “Se siente más seguro”.
Esa noche, la temperatura bajó a 32 grados. Y mientras envolvía su cuerpo alrededor del de su hijo para mantenerlo lo suficientemente caliente como para que pudiera dormir, Ivanni Herrera lloró.
Buscando una vida mejor, encontrando algo más
En los últimos dos años, una cantidad récord de familias venezolanas llegaron a Estados Unidos en busca de una vida mejor para ellos y sus hijos. Sin embargo, se encontraron en comunidades en las que se debatía cuánto ayudar a los recién llegados, o si ayudarlos en absoluto.
Al no poder trabajar legalmente sin presentar trámites costosos y complicados, algunas personas se han quedado sin hogar y tienen que recurrir a la generosidad de desconocidos para sobrevivir. Algunas han tenido que dormir en la calle, incluso aquellas que están embarazadas.
Como muchos de su generación, independientemente de su nacionalidad, Herrera encontró inspiración para sus ambiciones de vida en las redes sociales. En Ecuador, adonde había huido años antes para escapar del colapso económico en su natal Venezuela , Herrera y su esposo se envalentonaron con las imágenes de familias como la suya cruzando a pie el infame Tapón del Darién desde Colombia hasta Panamá. Si todas esas personas pudieron hacerlo, pensaron, nosotros también podemos.
No conocían a muchas personas que se habían mudado a Estados Unidos, pero las fotos y los videos de venezolanos en Facebook y TikTok mostraban a familias jóvenes y sonrientes con ropa elegante paradas frente a autos nuevos y alardeando de hermosas vidas nuevas. Los informes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos muestran que Herrera y las personas que la inspiraron fueron parte de una migración masiva sin precedentes de venezolanos a Estados Unidos. Unos 320.000 venezolanos han intentado cruzar la frontera sur desde octubre de 2022, más que en los nueve años anteriores juntos.
Apenas unas semanas después de llegar a Denver, Herrera empezó a preguntarse si el éxito que había visto era real. Ella y sus amigos habían desarrollado otra teoría: el revuelo en Estados Unidos era parte de una red de engaño.
Después de varios días de acampar en la calle y hacer sus necesidades al aire libre, Herrera comenzó a sentir una picazón incontrolable debido a una infección. Se preocupó: ¿podría poner en peligro a su bebé?
Estaba viendo a médicos y trabajadores sociales en un hospital de Denver donde planeaba dar a luz porque atendían a todo el mundo, incluso a quienes no tenían seguro. Estaban alarmados porque su paciente embarazada ahora estaba durmiendo a la intemperie en el frío.
Días después de que la obligaran a abandonar el Microtel, Denver suspendió su política y permitió que los inmigrantes sin hogar se quedaran en sus refugios durante el invierno. Los funcionarios de Denver dicen que visitaron los campamentos para instar a los inmigrantes sin hogar a que regresaran, pero no se aventuraron fuera de los límites de la ciudad hacia Aurora.
Aurora, la tercera ciudad más grande de Colorado, en el extremo este de Denver, es un lugar donde las autoridades han rechazado solicitudes de ayuda para los inmigrantes. En febrero, el Ayuntamiento de Aurora aprobó una resolución que les ordenaba a otras ciudades y organizaciones sin fines de lucro que no trajeran inmigrantes a la comunidad porque “actualmente no tienen la capacidad financiera para financiar nuevos servicios relacionados con esta crisis”. Sin embargo, siguen viniendo, debido a su menor costo de vida y a su comunidad hispanohablante.
De hecho, el expresidente Donald Trump llamó la atención sobre la ciudad la semana pasada, sugiriendo que una pandilla venezolana se había apoderado de un complejo de apartamentos. Las autoridades dicen que eso no ha sucedido .
Los médicos trataron la infección por hongos de Herrera y la instaron a dormir en el hospital. Le aseguraron que no le costaría nada , y que su parto estaría cubierto por Medicaid de emergencia, un programa que extiende los beneficios de atención médica para familias estadounidenses pobres a inmigrantes no autorizados para el trabajo de parto y el parto.
Herrera se negó.
“¿Cómo puedo dormir en un lugar cálido cuando mi hijo pasa frío en la calle?”, preguntó.
Otra familia, expulsada a la noche
Era marzo cuando David Jaimez, su esposa embarazada y sus dos hijas fueron desalojados de su apartamento en Aurora. Desesperados por recibir ayuda, arrastraron sus pertenencias hasta el estudio bíblico del jueves por la noche en Jesus on Colfax, una iglesia y despensa de alimentos dentro de un viejo motel. Su homónimo y ubicación, Colfax Avenue, ha sido durante mucho tiempo un destino para veteranos drogadictos, sin hogar y nuevos inmigrantes.
Cuando llegó la familia Jaimez, las oraciones se detuvieron. La gerente se dirigió a la familia en un español básico, complementando el uso del traductor de Google en su teléfono.
Después de llegar de Venezuela en agosto y alojarse en una habitación de hotel patrocinada por Denver, se mudaron a un apartamento en Aurora. La vivienda es más barata en ese suburbio del este, pero nunca encontraron suficiente trabajo para pagar el alquiler. “Debo 8.000 dólares”, dijo Jaimez con los ojos muy abiertos. “Supuestamente hay trabajo aquí. No lo creo”.
Jaimez y su esposa son elegibles para solicitar asilo o “ Estatus de Protección Temporal ” y, con ello, permisos de trabajo. Pero para hacerlo se necesitaría un abogado o asesor, meses de espera y 500 dólares en honorarios cada uno.
En el grupo de oración, las hijas de Jaimez bebieron refrescos y comieron mandarinas que les ofreció una participante, una mujer de mediana edad y nativa de Aurora. Ella acarició la cola de caballo de la hija de 8 años de la familia mientras la niña sonreía.
Cuando el líder no pudo encontrar un lugar donde la familia pudiera quedarse, salieron a la calle al anochecer, empujando a su hija de un año en su cochecito y arrastrando una maleta detrás de ellos. Después de que se fueron, la mujer de mediana edad se inclinó hacia delante en su silla plegable y dijo: "Es una locura que nuestra ciudad los deje entrar pero no ayude a nuestros veteranos". Cerca de allí, un hombre asintió con la cabeza.
Esa noche, Jaimez y su familia encontraron un campamento para migrantes dirigido por una organización sin fines de lucro de Denver llamada All Souls y se instalaron en la tienda número 28. Los voluntarios y el personal trajeron agua, comida y otros recursos. Semanas después, la familia se puso en movimiento nuevamente: acampar sin permiso es ilegal en Denver y la ciudad cerró el campamento. All Souls lo restableció en seis lugares diferentes, pero lo cerró de manera permanente en mayo.
En su momento álgido, el campamento llegó a albergar a casi 100 personas. Aproximadamente la mitad de ellas habían sido desalojadas de apartamentos que habían arreglado a toda prisa antes de que se les venciera el tiempo de alojamiento, según dijo la fundadora Candice Marley. Veintidós residentes eran niños y cinco mujeres estaban embarazadas, incluida la esposa de Jaimez. Marley está intentando conseguir un permiso para otro campamento, pero el permiso sólo permitiría el ingreso de personas mayores de 18 años.
“Aunque hay muchos niños que viven en la calle, no quieren que estén todos juntos en un campamento”, dijo Marley. “Esa no es una buena imagen pública para ellos”.
Los esfuerzos de una ciudad no son suficientes
Las autoridades de Denver dicen que no tolerarán que los niños duerman en la calle. “¿Realmente caminaron desde Venezuela para vivir como indigentes en Estados Unidos? No lo creo”, dijo Jon Ewing, portavoz del departamento de salud y servicios humanos de Denver. “Podemos hacer algo mejor que eso”.
Aun así, Denver tuvo dificultades para dar cabida a la avalancha de inmigrantes, muchos de los cuales llegaron en autobuses alquilados por Texas para llamar la atención sobre el impacto de la inmigración. En total, los funcionarios de Denver afirman que han ayudado a unos 42.700 inmigrantes desde el año pasado, ya sea dándoles alojamiento o pagándoles un billete de autobús a otra ciudad .
En un principio, la ciudad ofreció a los inmigrantes con familias seis semanas de alojamiento en un hotel, pero en mayo, en camino de gastar 180 millones de dólares este año para ayudar a los recién llegados, la ciudad redujo su oferta a los futuros inmigrantes, al tiempo que profundizó su inversión en las personas que ya recibían ayuda.
Denver pagó estadías más prolongadas en albergues para 800 inmigrantes que ya se encontraban en hoteles y les ofreció clases de inglés y ayuda para solicitar asilo y permisos de trabajo. Pero todos los inmigrantes que llegaron desde mayo solo han recibido alojamiento durante tres días en un hotel. Después de eso, algunos han encontrado transporte a otras ciudades, han buscado un lugar donde dormir o han deambulado por pueblos cercanos como Aurora.
Hoy en día, menos inmigrantes llegan a la zona de Denver, pero Marley aún recibe decenas de llamadas por semana de agencias de servicios sociales que buscan ayudar a los inmigrantes sin hogar. “Es muy frustrante no poder ayudarlos”, dijo. “Eso deja a las familias acampando solas, sin apoyo, viviendo en sus autos. Los niños no pueden ir a la escuela. No hay estabilidad”.
Después de que cerrara el campamento, Jaimez y su familia se mudaron a un hotel. Él pagó sosteniendo un cartel de cartón en una intersección y pidiendo dinero. Su hija solo asistió a la escuela durante un mes el año pasado, ya que nunca se sintieron seguros de estar instalados en ningún lugar más allá de unas pocas semanas. La familia se mudó recientemente a una granja fuera del área de Denver, donde les han dicho que pueden vivir a cambio de trabajar.
En primera línea de la mendicidad
Cuando Herrera empezó a sentir los dolores de parto a principios de diciembre, estaba sentada en el pasto, descansando después de un largo día pidiendo dinero a desconocidos. Esperó hasta que no pudo soportar más el dolor y sintió que el bebé se acercaba. Llamó a una ambulancia.
Los paramédicos no hablaban español, pero llamaron a un intérprete. Le dijeron a Herrera que tenían que llevarla al hospital más cercano, en lugar del de Denver, ya que sus contracciones eran muy seguidas.
Su hijo nació sano, pesó 3,2 kilos y lo llevó a la tienda al día siguiente. Unos días después, toda la familia, incluido el bebé, contrajo varicela. “El bebé estaba en muy mal estado”, dijo Emily Rodríguez, una amiga cercana que vive con su familia en una tienda de campaña junto a la de Herrera.
Herrera lo llevó al hospital y luego regresó a la tienda de campaña antes de que le ofrecieran una salida. Una mujer de Aurora, originaria de México, invitó a la familia a vivir con ella, al principio de forma gratuita. Después de un par de semanas, la familia se mudó a una pequeña habitación en el garaje por 800 dólares al mes.
Para poder pagar el alquiler y los gastos, Herrera y Rodríguez han limpiado casas, pintado casas y quitado la nieve con palas mientras sus hijos esperaban solos en un coche. Encontrar un trabajo regular y que les paguen por ello ha sido difícil. Mientras que sus maridos consiguen un trabajo semiregular en la construcción, el ingreso más estable de las mujeres proviene de otra cosa: estar de pie en la calle con sus hijos y mendigar.
Herrera y su esposo recientemente cumplieron con los requisitos para solicitar permisos de trabajo y residencia legal para venezolanos que llegaron a Estados Unidos el año pasado. Pero les costará a cada uno que un abogado presente los documentos, además de cientos de dólares en honorarios gubernamentales. No tienen el dinero.
Un día laborable de primavera, Herrera y Rodríguez están de pie junto a los carritos de la compra a la entrada de una tienda de comestibles mexicana. Mientras sus hijos gatean a lo largo de una cadena de carritos rojos apilados y el bebé Milán duerme en su cochecito, intentan establecer contacto visual con los compradores.
Algunos los ignoran. Otros se llenan las manos de billetes. En un buen día, cada uno gana unos 50 dólares.
A Rodríguez, que es una persona bulliciosa por naturaleza, le resulta más fácil. “Un día, un hombre se me acercó y me dio este iPhone. Es nuevo”, dice mientras agita el dispositivo en el aire.
“Mira este cuerpo”, dice mientras se da vuelta, riendo y mostrando su generoso trasero. “Creo que le gusto”.
Herrera hace una mueca. No coqueteará como lo hace su amiga. Coge a Milán y se da cuenta de que tiene el pañal empapado, luego lo devuelve al cochecito. Se le han acabado los pañales.
Milan estaba enfermo, pero Herrera ha tenido miedo de llevarlo al médico. A pesar de lo que le habían dicho en el hospital cuando estaba embarazada, nunca la inscribieron para recibir Medicaid de emergencia. Dice que debe 18.000 dólares por el traslado en ambulancia y el parto de su bebé. Ahora, evita ir al médico o llevar a sus hijos porque teme que su gran deuda ponga en peligro sus posibilidades de quedarse en Estados Unidos. “Tengo miedo de que me deporten”, dice.
Pero algunos días, cuando se siente abrumada, quiere que la deporten, siempre y cuando pueda llevar a sus hijos con ella. Como el día de mayo en que el guardia de seguridad de la tienda de comestibles mexicana echó a las mujeres y les dijo que ya no podían mendigar allí. “Nos insultó y nos puso apodos horribles”, dice Rodríguez.
Ahora las dos mujeres sostienen carteles de cartón a lo largo de una calle transitada de Denver y luego tocan las puertas de casas particulares, sin regresar nunca a la misma dirección. Escriben sus pedidos de ropa, comida o dinero en sus teléfonos y los traducen al inglés con Google. Luego entregan sus teléfonos a quien les abre la puerta.
El sueño americano, aún fuera de nuestro alcance
En el garaje donde viven Herrera y su familia, las paredes están cubiertas de animales de peluche que la gente les ha regalado a ella y a su hijo. El bebé Milán, en el suelo, se levanta para mirar a su alrededor. Dylan duerme en la cama.
Herrera recientemente envió 500 dólares a su hermana para que realice el viaje de varios meses desde Venezuela a Aurora con su hija de 8 años. “Podré reunir a mi familia nuevamente”, dice. Y cree que su hermana podrá cuidar a sus hijos para que Herrera pueda buscar trabajo.
“No me siento preparada para afrontar todo esto por mi cuenta”, afirma.
El problema es que Herrera no le ha contado a su familia en Venezuela cómo pasa el tiempo. “Creen que estoy arreglando casas y vendiendo chocolate y flores”, afirma. “Estoy viviendo una mentira”.
Cuando su hija la llama a mitad del día, se asegura de no responder y solo contesta después de las 6 p. m. “Creen que me va tan bien que esperan que les envíe dinero”, dice. Y Herrera ha cumplido, enviando 100 dólares por semana para ayudar a su hermana a pagar el alquiler y comprar comida para su hija.
Finalmente, su hermana y su hija la esperan al otro lado de la frontera, en México. Cuando llegamos a Estados Unidos, su hermana le pregunta si podemos volar a Denver. Los billetes cuestan 600 dólares.
Tiene que confesar que no tiene dinero. Vive al día. El sueño americano no se ha hecho realidad para Ivanni Herrera, al menos no todavía. La vida es mucho más difícil de lo que ella deja ver.
Ella responde:
No.
La cobertura educativa de The Associated Press recibe apoyo financiero de varias fundaciones privadas. AP es la única responsable de todo el contenido. Encuentre los estándares de AP para trabajar con organizaciones filantrópicas, una lista de patrocinadores y áreas de cobertura financiadas en AP.org.
BIANCA VÁZQUEZ TONESS
Vázquez Toness es un reportero de Associated Press que escribe sobre el impacto continuo de la pandemia en los jóvenes y su educación.
 (Foto AP/Jack Dempsey)

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